Nuevo mensaje en Orishas Art

-----------------------------------------------------------
De: Orishas_Art
Mensaje 1 en discusión

Originalmente, no era mi intención abordar este tema.
Me sentí motivado a hacerlo en respuesta a un colega de un foro, que
sin dudas se expresó al respecto con muchísimo decoro y sinceridad.

Colateralmente, todo parece indicar, que tenemos un público que si
bien somos practicantes de estos cultos religiosos, a veces al parecer
se trasluce que no tenemos claramente definido algunos conceptos, en
los cuales si bien no son mis deseos sentar ninguna pauta, si deseo al
menos aportar ciertos elementales al respecto.
Estos foros son para aportar, gusten o no los aportes.
Es bueno que sepamos todos que las iniciaciones de las iyaonifas, es
lo mejor que puede estar ocurriendo en nuestro continente.
Pero es bueno que se aclare que: Aun y cuando se haga una ceremonia de
Iyaonifa, sus prerrogativas y facultades no son las mismas que las de
los babalawos.
Debe quedar claro, que las mujeres Iyanifas, no pueden darle Orula a
nadie, ni pueden dar ese Ifá ni a hombres ni a mujeres.
BAJO NINGÚN CONCEPTO PUEDEN NI ESTÁN AUTORIZADAS A CONSAGRAR A NINGÚN
HOMBRE COMO BABALAWO.
De manera que una consagración para Iyanifa, no equipara a una mujer
en igualdad de condiciones a las posibilidades y prerrogativas que sin
son de los babalawos.
A continuación, les envío el mail que respondí a un colega, donde se
aclaran razones que ya he expuesto en foros anteriores:

Estimado colega OGUN_ONIOWARI.
Antes que todo, deseo felicitarle personalmente por la seriedad
asumida por su parte, a la hora de abordar sus análisis.
Es muy importante participaciones de este tipo como la que UD ha
hecho, basadas esencialmente en el respeto de sus planteamientos,
basadas en la honestidad de lo que dice.
Lo que más admiro además, es que en sus textos, no hay una
intencionalidad estratégica ni oportunista de sacarle provechos ni
intereses posteriores a lo que UD dice y defiende.
Sus palabras, hechos y actitudes demuestran honestidad.
Únicamente y bajo la consideración de que le asiste mucha seriedad en
sus planteamientos, es por lo cual me decido a, de cierto modo, hacer
algunos breves comentarios, donde quizás aporte un poco de luz, de
forma muy modesta por mi parte.
Por lo tanto le ruego a los lectores y en especial a UD. que traten de
leer este texto con total suavidad, sin ninguna ironía y desposeído
totalmente de ninguna intención para nada de creerme dueño de ninguna
verdad.
Sencillamente, voy a aportar elementos que normalmente no son los más
conocidos, no son los que se explican y que permitirán que cada uno de
nosotros nos llamemos a una buena reflexión, en aras solamente de que:
de conjunto ganemos en un poquito más de elementos de juicio a la hora
de las valoraciones y de los resultados que sin dudas en su momento
saldrán a relucir.
EL ESCENARIO ACTUAL DE LAS DISPUTAS.
A modo de antecedentes, hay que reconocer que ha habido una pésima
postura por parte de muchos babalawos cubanos (conste que soy cubano y
además vivo en Cuba) que han asumido un discurso peyorativo y ofensivo
hacia la mujer. Lo cual no se justifica desde ningún punto de vista.
Ni siquiera religioso.
Al mismo tiempo en otros casos, se han atrincherado en argumentos
(supuestamente teológicos) basándose en un grupo de apattaki que
digamos, otro bando dicen no conocer y que es un invento de los
cubanos.
Empero sea un invento cubano o se una realidad histórica conservada en
Cuba, lo cierto es que no resulta tampoco convincente.
No es convincente (sea o no un invento) para el sector femenino, como
no es convincente para el sector masculino, no es convincente desde
una visión teológica, ni cultural, ni social, ni histórica; de modo
que los argumentos que los mismos recogen, para justificar el carácter
excluyente de la mujer EN FUNCIONES, CON RANGO Y PRERROGATIVAS DE
BABALAWOS no se pueden explicar ni entender desde las perspectivas,
que hasta ahora se ha hecho vulgar y mediocremente por parte del mundo
socio religioso de los babalawos.

El argumento casi infantil, (que las mujeres tienen ovarios) que
proscribe a las mujeres con relación a Igbaodu y que los hombres al no
tenerlo lo reciben, cumplimentando lo que les falta es tan tonto; como
necesario fue en su época decir esto, como forma de enmascarar las
reales pugnas intestinas y palaciegas, que de esa forma ocultaron la
realidad no conveniente de decir en su momento.
Intentaron simplemente, con estos argumentos mantener en secreto un
homicidio cometido durante la instauración de la etapa imperial.
Pero este argumento es falso.
Eso es mítico. Ése es el MITO (leyenda no real) que se cuenta para
justificar el MÍSTICO (misterio real) del tabú (prohibición) de no
darles algo y, que el mundo femenino quede complacido en su vanidad
femenina.
Les hacen el cuento, empezando por los mismos mal llamados
tradicionalistas, (lo absolutamente tradicional o ortodoxo no existe
en ninguna cultura. Con ello negamos el desarrollo de las mismas y
solo acentuamos obsolescencias) de que eso es algo que ya ellas poseen
y que por ello no lo necesitan.
Entonces, piensa que si es así, cada cual tiene lo que necesita y nada más.
En tal caso, si los hombres no lo tenemos, es por que no lo necesitaríamos.
Bien, si no lo necesitamos, por que Ologdumare no nos lo dio, para que
hemos de recibirlo de forma postiza o artificial, si en resumen hay
gente que lo posee de forma natural y en ese caso son las mujeres.
Si damos por sentado este argumento, justamente el culto de Ifá desde
el primer Ooni debía haber sido mujer, sin embargo, ni los
tradicionalista mismos lograrán una mujer Ooni.
Por otro lado, si nosotros y contra nuestra natura podemos recibir
Igbaodu y consagrar a hombres babalawos, entonces por que las mujeres
en Nigeria que son iyanifa no consagran a los babalawos?
Siendo así, entonces si nosotros podemos hacer una ceremonia (con
cosas postizas) para parir un babalawo, como es posible que a las
mujeres, que las hacen Iyanifas, no puedan parir también y con más
derecho propio que nosotros, pues presumible y aparentemente ya lo
poseen por natura y, sin embargo, no pueden hacer a un hombre
babalawo?
Observen que mi análisis es imparcial.
Trato solo de analizar las cosas que suceden en la práctica actual y
de ver, además de mirar la propia situación antagónica que existe
entre, el discurso tradicionalista y las realidades de que les
permiten a las mujeres hacer y que, los mismo tradicionalista les
prohíben. Con lo cual hay una contradicción demagógica que los hace
caer en sus propias trampas. (No intencionadas, por su puesto)
De modo que: En resumen, podemos hacer ceremonias consagratorias de
Iyaonifa, pero ellas ni por la vía de los tradicionalistas, pueden
consagrar a un hombre como babalawo.
Todo eso no le suena raro?
Como creer, que ellas tienen y pueden tener dentro de si mismas algo,
que al mismo tiempo no puedan estar presentes donde ese algo (Igbaodu)
se encuentre en presencia de ellas?
No le parece entonces que Igbaodu debe ser otra cosa mucho más
trascendente? Y, que por algo no lo podemos decir los babalawos?
Como asumir con lógica, que ellas lo pueden llevar dentro de su
propias entrañas, pero no lo pueden ver?
Quien se puede creer el cuento, de que ESO lo llevan dentro y no se le
pueden acercar ni entrar en una habitación donde ESO se encuentre?
Si ese fuera el argumento y la explicación real de lo que es Igbaodu,
por que no se le puede entregar a una mujer?
Acaso la mujer está más lejos y es menos pecado llevarlo dentro, que
acercársele en una habitación?
Evidentemente colegas, todo eso es igual que el cuento de los Tres
Reyes Magos de: Pórtate bien, para que ellos te traigan regalos y
mientras tanto, todas ellas se están portando bien y conformes con que
las hagan Iyanifa y se y se crean que lo llevan dentro. OK. Perfecto,
son iyanifas, tienen algunas prerrogativas más, pero siguen sin poder
hacerle a un hombre las ceremonias de babalawos, pues para llegar
realmente a ser un babalawo, tiene que está Igbaodu dentro de la
habitación de las ceremonias y allí ni los tradicionalistas dejan
entrar a las mujeres.
A continuación, le envío un artículo mío que le permitirá una mejor
comprensión de la problemática, que dicho sea de paso le explicará
muchos aspectos referentes a estos temas.

Los protagónicos de roles culturales, fueron determinados por
condiciones históricas y no condicionados por los conceptos actuales
de las discriminaciones.

Las mujeres, aunque sean Iyanifa, no pueden darle Orula a nadie, con
la categoría de babalawo.
Y esto lo digo con independencia de mi criterio al respecto.
Todos o casi todos opinan que si, otros opinan que no; y olvidan que
independientemente de lo que opinemos, es la propia praxis la que
impide que así sea.
Eso es una falsedad y una mentira, (estemos o no de acuerdo con ello,
es la realidad histórica y cultural) pues para hacerle Ifá a un hombre
Igbaodu tiene que estar dentro del cuarto de Ifá, dado que el primer
odu de consagración como babalawo lo recibimos directamente por medio
de Igbaodu, que es quién nos pare como babalawos y, las mujeres no
pueden penetrar en esa habitación.
Como entonces ellas harán babalawos?
Los 16 babaodu (Padres del saber) en vida fueron los que consagraron a
los primeros 16 descendientes directos de Oduduwa como babalawos
(Padres de los Misterios).
Aun y cuando los mal llamados tradicionalistas (que hoy cenan en
restoranes occidentales, beben Chivas Rigal, fuman puros Habanos y
vuelan en aviones, mientras que por otro lado condenan a la muerte por
lapidación a una mujer, por parir un hijo de padre desconocido. Eso
forma parte también de las costumbres tradicionalistas) sigan bogando
por decir que el mito es discriminatorio, occidental y de la diáspora,
no se atreven a violar estos preceptos, ni les entregan a las mujeres
Igba odu.
Sin embargo, este argumento teológico tradicionalista, que se esgrime
como justificante para consagrarlas como Iyanifa, no ha podido
resolver el hecho de que ellas puedan hacerle ceremonias a los hombre
para hacerlos babalawos.
Pues no se puede hacer consagrar a un babalawo, si no está presente Igbaodu.
Tampoco, por el argumento de que la capacidad ovárica y uterina es
implícita en ellas, les permite hacerlo, obviando entonces la
presencia de Igba odu.
Por lo tanto lo que se convierte en un mito (cosa no real) es el
discurso teológico muy demagógico, de la presumible igualdad de
condiciones y la igualdad de posibilidades entre los babalawos y las
iyanifas.
Repito no estoy ni en contra ni a favor, solo que lo que dicen los
llamados defensores de estas teorías, no logran llevar a la práctica
la igualdad de posibilidades reales entre las Iyanifa y los babalawos.
No lo logra los tradicionalistas ni se logra en la diáspora. Por que
debe quedar claro, que mucho antes de que hubiera una iyanifa en la
Argentina ya las había en Cuba hechas en Nigeria, como es el caso de
la esposa del babalawo Omar Quevedo y no necesitó propaganda, como
también en Cuba es donde se iniciaron muchas iyanifas el año pasado.
Todo esto es con independencia de mis criterios personales de estar ni
a favor ni en contra.
Solo llevo al análisis y a la reflexión la presumible igualdad de
posibilidades entre unos y otras.
Una cosa es la igualdad de derechos civiles y ciudadanos; de derechos
laborales y legales y otra muy distinta es pretender una igualdad de
protagónicos, cuando nos corresponde jugar roles diferentes que están
determinados por causas ajenas a ninguna voluntad discriminatoria per
se.
El hecho de que defendamos determinados derechos civiles en favor de
la mujer, no supone que ellas asuman roles que no les corresponde, por
la propia liturgia y veremos por qué.
No conozco el caso de ningún hombre que aspire a ser monja.
Aun en el caso de los que optan por una preferencia homosexual e
incluso en el caso de los travestí, ninguno aspira a ser monja y si
así fuera el clero no se lo permitiría.
De muy antiguo si la mujer fue dotada para engendrar y reproducir la
especie humana, así como para amamantarla, como podría dedicarse a los
oficios de Ifá y otros muchos más en los cuales el hombre no puede
sustituirla y en ocasiones ni siquiera ayudarle.
¿Cómo vamos a amamantar a una cría los hombres?
Era imposible en una sociedad patrilinial, como lo fue la yoruba,
donde los reyes tenían que ser descendientes de un linaje y varones,
(por cuestiones de roles en la familia) y por lo cual eran consagrados
en Ifá, que se pensara en la consagración en Ifá de una mujer.
Eso determinó que toda la estructura ceremonial se construyera, para
ser soportada físicamente y asumida por hombres.
De hecho para ser babalawo, es imposible tener un defecto físico que
lo limite o imposibilite como minusválido, y no es bajo un concepto
discriminatorio a ese sector tan sensible de la humanidad; sino por
que simplemente no podría hacer lo necesario para ello ni soportar lo
que esas ceremonias suponen físicamente durante su dinámicas de
realización.
Por lo tanto el mito de igualitarismo, que defienden los mal llamados
tradicionalistas, no es más que la zanahoria, tras la cual corren las
mujeres para ser Iyanifa, y que luego de consagradas, nunca llegan a
alcanzar lo que buscaban.
Es sumamente contradictorio en si mismo el argumento de igualdad, si
en realidad ni los mismos tradicionalistas aceptan que una mujer le
haga Ifá como babalawo a ningún hombre.
Este artículo, el primero en el mundo con la osadía necesaria de
describir la verdad, que describe la historia de cómo se consagraron
los 16 primeros babalawos descendientes directos de Oduduwa, puede
contribuir a aclarar muchos mitos y demagogias al respecto por parte
de todos.
El mismo está basado en las investigaciones e indicadores que resultan
de los trabajos de arqueología que se han efectuado con otros fines de
dataciones, pero que a la antropología nos da elementos para ello.
Existieron 16 personajes reales, que llevaban el nombre de los 16 baba
odu, estos eran conocedores por separado de todos los misterios de
cada odu de Ifá y servían de consejeros de Oduduwa pero, eran
personajes sin vínculo consanguíneo con el mismo. (La voz Odu se creo
del apócope de Oduduwa, para determinar solo su pertenencia a él de
los mismos)
Dado las prerrogativas que disfrutaban por ser los conocedores de
todos los secretos, comenzaron a conspirar contra el poder central del
Imperio que comenzaba a construir Oduduwa, valiéndose para ello de las
concubinas y esposas del emperador Oduduwa.
Enterado este de tales desmanes, por medio de su guardia (pretoriana)
y cobradores de todos los impuestos en todos los pueblos, lo cual les
facilitaba conocer de todas las intrigas y comentarios populares; que
eran además los informantes principales de Oduduwa y conocidos en la
época por el cargo de Eshus (mensajeros y guardianes del orden y la
ley en todos los caminos) decidió prescindir de los Babaodu, pero no
así de toda su cultura y sabiduría. Tampoco prescindió de sus
concubinas, pues las conservó hasta el último de sus días.
Para tales fines, decidió cuando los primeros 16 descendientes suyos
directos, entre hijos y nietos del mismo, estuvieron en condiciones de
gobernar nuevos reinados, por orden de Oduduwa, fueron investidos de
todos los conocimientos y de las ceremonias necesarias por parte de
los 16 Baba Odu, por lo tanto, los primeros y únicos Baba Odu (Padres
del Saber), fueron los que invistieron en ceremonia consagratoria de
poderes místicos y ceremoniales a los primeros Babalawos (Padres de
los Misterios).
Como marcharían a diversos pueblos y naciones, no tendrían como
consultar a los 16 personajes sabios de esa cultura y por lo tanto los
16 Baba Odu, (sin la presencia de mujeres, que podrían revelar esos
secretos en su época y afectar los intereses políticos y palaciegos
por sus conspiraciones) fueron sacrificados los 16 Babaodu en vida
para pasarlos a la condición de una deidad, (Igba Odu) subordinados a
la esencia de Orúmila, que le permitiera a los 16 primeros babalawos,
consultarlos místicamente desde el punto de vista oracular y desde
cada una de las naciones donde se encontrarían dispersos al mismo
tiempo, en representación del Imperio que comenzaba a instaurar
Oduduwa, hoy conocido y mal llamado Imperio Yorubá. (Nombre que
impusieron los ingleses durante la colonización de África y solo a
partir de entonces es conocido por ese nombre)
Por eso cuando consultamos a Orúmila mediante los oráculos, lo que él
nos da es un Odu y en el mismo se hayan las informaciones que
dominaban los conocedores primarios y recompiladotes de la
información.
Ese es el principio y la esencia primaria de cualquier consulta en
Ifá, por ello es por lo que es tan trascendente y tan segura e
indiscutible sus resultados.
Por esta razón de carácter histórico, y cultural ninguna mujer puede
saber ni que lleva dentro ni como montar Igba odu, eso solo lo podemos
hacer nosotros los babalawos, pues ellas ni en su presencia pueden
estar.
Siendo así, entonces como ellas podrían parir a babalawos, que en
resumen reciben un odu, cuando realmente es Igba Odu la que en
realidad pare a los babalawos y es esa entidad la que concede el Odu
que identifica y determina el nacimiento de un babalawo.
Esta es la razón real por la cual las mujeres jamás podrán hacer un
Ifá para hacer a un hombre babalawo ni ellas mismas podrán ser
babalawos
Los 16 Babaodu, que fueron sacrificados por sus vínculos con las
concubinas, son los que no aceptan la presencia de mujeres, su
relacione con mujeres les costó la vida, por ello es la real
contradicción de la presencia de ambos en un mismo local o lugar
litúrgico.
La liturgia de consagrar babalawos es absolutamente contradictoria a
la participación y consagración de las mujeres y de su presencia.
Esta información y conceptos ni los mismos babalawos la dominan, en
detalles en ocasiones. Ellos se limitan a repetir un discurso
dogmático, teológico y divino, recibido de forma oral y aprendida de
manera empírica que nada tiene que ver con la realidad antropológica
del surgimiento de estas culturas.
Fueron hombres los que hicieron estas culturas y no los dioses los que
nos hicieron a nosotros hombres. Los Babaodu, hombres todos por demás
en su época, deificados en Igbaodu, son los que nos hacen babalawos
como lo fue en sus más remotos inicios.
Esto debe hacer pensar un poco más sobre las posibles y reales
características de los rituales más ortodoxos y de sus reales
connotaciones históricas y litúrgicas.
A estas alturas del texto, cabría cuestionarse donde están las más
ortodoxas liturgias?
Y ellos fueron deificados por sus debilidades y contubernios con las
mujeres y concubinas de Oduduwa. Las mujeres que se confabularon con
ellos y que traicionaron a Oduduwa, no fueron molestadas siquiera
nunca por ser concubinas de Oduduwa.
Por tal razón Igba Odu, no quiere ni permite ser visto ni estar en
presencia de las mujeres ni que estas los puedan poseer nunca más. Por
su culpa fueron sacrificados en vida.
De modo que los prejuicios y criterios subjetivos, de que determinada
escuela de Ifá, está en contra de las mujeres son falsos, no hay
prejuicios de convención social discriminatoria por la simple
condición de mujer, razón por la cual aun en los casos donde las
inicien como Iyanifa, debe quedar bien claro que no son mujeres
babalawos, ni le pueden hacer Ifá a nadie.
Las condicionales son de corte litúrgico y no de machismos.
Igbaodu, a diferencia de lo que muchos dicen y creen no es femenina,
si no que es muy masculina.
Y se permite dar, reproducir babalawos y determinar conceder odu
femeninos y masculinos, no por ser un útero matriarcal, si no por que
precisamente son los genes masculinos X o en caso contrario Y, los que
definen el sexo en la reproducción y eso lo aportan, estemos o no de
acuerdo los hombres.
Pudieron prescindir de la mujer, en tanto no se trata de una creación
de un proceso de asentamiento en Orí o sea Orula es algo que no va a
la cabeza de los humanos, la ceremonia de Ifá es una ceremonia de
investidura de poderes.
Nuestros progenitores de Ifá, no son babaloshas, ni iyaloshas, ni
paes, ni maes, ellos son Olúwos siwuayú, pues quién nos pare es
Igbaodu.
Todo lo demás que pretendamos, mis queridos colegas, es lamentable,
pero como las hojas del otoño se caerán y se las llevaran los vientos.
Yo quisiera que fuera de otra forma, yo quiero la eternidad de
nuestras prácticas, pero todos los apologistas son tan efímeros, y
poco duraderos, como solo el tiempo lo puede demostrar.
Le patentizo una vez más mis respetos por su evidente calidad humana y
créame que mi ética profesional como practicante y como babalawo, no
me permite informarle de nada más acerca de que es realmente ni de que
sucede realmente dentro de un Igbodú de Ifá.
Pero créame que dentro de un Igbodú de Ifa y frente aun Fonolofin,
jamás en la historia real, sin contar los casos donde hayan habido
estafas en el mundo, que también las ha habido, ha estado una mujer.
Reciba todo mi respeto y mi más cálido saludo fraternal.
Apelo a su honradez y honestidad y le ruego que coloque este texto
dentro del foro.
Eternamente su amigo.
Nelson Aboy