En kimbanda no existe el bautismo o "lavado de cabeza" y tampoco se hace ebori (alimentar espiritualmente la cabeza de alguien, como parte del Ser Humano que representa a la divinidad), puesto que Exu no recibe cabezas, es decir, no tiene "hijos de orixá", pues Exu no está considerado como un "orixá", sino que es el Agente Cósmico Universal que regula el equilibrio de todas las cosas y hace posible que se de el movimiento y la transmutación en el mundo material y espiritual. Siendo así, la cabeza de la persona que practique kimbanda siempre es "lavada en orixá" y nunca es tocada en kimbanda. Las consagraciones en kimbanda se hacen del cuello hacia abajo o de acuerdo con el linaje se pueden marcar determinados puntos energéticos del cuerpo de la persona relacionados con Exu y sus ancestros espirituales. El kimbandero, para llegar a ser considerado "tata" (jefe) en el ritual de Exu deberá cumplir con todas sus obligaciones (consagraciones ceremoniales) dentro de un período de 7 años. Al séptimo año recibirá la "coronación" y se le hace entrega del bastón de jefe o tata en el ritual de kimbanda.