BOTANICA DE LOS ORISHAS
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MACAGUA: Dueño Todos los Orishas.
Con la Macagua y una “yalumbo dimoana” (la mano derecha de una mujer) que no se le escapa nada y cuando agarra no suelta, se hace una nganga poderosisima. Muchos brujos estiman que la mano de un cadáver de una mujer en el caldero, vale incomparablemente más que la “kiyumba” o cráneo.
Las hojas y la raíz en cocimiento para baños que rejuvenecen a los ancianos. El aroma de la Macagua vivifica a los organismos gastados.
MADRE SELVA: Dueño Todos los Orishas.
Magnífica para baños de despojos. Muy importante para el Omiero.
MAJAGUA: Dueño Oggún, Yemayá.
No existe “okún iggí” ni amarre más sólido y duradero que el que se hace con las tiras de este hermoso árbol. La sombra o rastro de la persona que se entierre amarrada con tiras de Majagua no se liberta nunca.
En los trabajos de hechicería, lo que pertenece a un individuo y continuará siendo el mismo. Por lo cual, bastará, pues con poseer un pedazo de tela del vestido que lleve puesto, un pañuelo o cualquier objeto que esté en contacto con su cuerpo, para apoderarse de su persona y amarrarla. La sombra de una persona, que es naturalmente “su doble persona” se adquiere o posee, recogiendo el polvo o la tierra en que la sombra propiamente se ha proyectado y la cuerda de la Majagua (que tiene más poder que la del maíz), se emplea corriente para “ligar” una sombra y hechizarla.
Para castigar a los deslenguados y calumniadores que son dados a perseguir y criticar con su maledicencias a los que van a solicitar protección de un babalawo, se hace lo siguiente: se toman siete fibras de majagua, siete pastillas de añil, un cuchillo nuevo y una o dos lenguas de res (si son dos los chismosos) y a esa o a esas lenguas se les da una gran cuchillada que atraviesa de lado a lado.
Se toman dos velas y se parte una de ellas y llamando por su nombre al chismoso ante la piedra del Orisha o ante la nganga se enciende al revés. Se deja arder siete minutos y se apaga introduciéndola en la hierba causada por el cuchillazo, se le dan siete puñaladas más a la lengua y a cada puñalada se le mete una bolsita de añil, invocando el poder de Yemayá para destruir a quien levanta falsos testimonios o que habla lo que no debe o conviene al que esta amarrándose la lengua. Con la esperma que queda de las velas, se lleva al mar la lengua trabajada por el Santero, pero no se arroja al agua, se dan tres pasos hacia delante y se retroceden otros tres llamando imperiosamente al sujeto de este embrujo; se le entrega al poder de Yemayá y se deja en la orilla de modo que las olas lleguen a ella con violencia, la arrastren y golpeen y la destruyen lentamente, prolongando su tortura.
El majá no va a la majagua porque esta tiene el poder de descoyuntarle y lo aniquila. Para paralizar a un majá, basta arrojarle una rama de este árbol ( se descoyunta igualmente si se le agarra con la mano izquierda).
El “ngángula” que posee una prenda que contenga un trozo de Majagua, no puede tener en su casa, como tantos otros, uno de estos reptiles venerables “guardieros de ngangas” porque la Majagua acabaría con él.
Con una “musena” (soga) de Majagua en la mano, el caimán no ataca.
“Oddedeei” recomienda como una bendición las flores de majagua con zumo de berro a los “juku juku” (los tuberculosos).
La raíz y la corteza disuelven los tumores los tumores internos y con las tiras se atan las muñecas y los tobillos dislocados, ejerciendo en el hombre una acción distinta a la que produce en “mboma” (en el majá).
Quita también los calambres. La flor en cocimiento o jarabe es muy buena para la bronquitis, el asma y los catarros crónicos. En alcohol, las flores alivian los dolores reumáticos y musculares.
MALANGA: Dueño Yemayá.
En una hoja de malanga se guarda el “derecho” (el dinero que percibe la “iyaré” por dar Santo en la ceremonia del Asiento). Las hojas de malanga son instrumentos de Yemayá.
MALVA TE: Dueño Oshún.
Para baños de despojos y de purificación. Para lavar las piedras y atributos del Orisha.
Se recomienda el cocimiento de malva te para lavar la cabeza a los que tienen el pelo “malagazo”, es decir que no es pelo de “pasas” ni “lacio”, pero sospechoso.
MANAJU: Dueño Los Ibeyi.
Un golpe dado con la madera de este árbol, aun sin violencia descoyunta los huesos de quien lo reciba.
Es extremadamente descoyuntador. El majá no va al Manajú. Es purgante y las savias extraen las espinas que penetran profundamente en la piel.
MANI: Dueño Babalú Ayé.
Tostado y con azúcar dorada se le ofrenda a Oshún. El maní se relaciona mucho con esta Santa porque tiene muchas virtudes particulares. Se estima que es afrodisiaco. Cuando hay epidemias, los Santeros prohiben que se coma maní.
MANOPILON: Dueño Oggún.
Se utiliza para fabricar “herramientas” (atributos) y adornos de los Orishas y objetos pequeños que sirven de resguardos.
MANTO DE LA VIRGEN: Dueño Obatalá.
Para lavar el Otán y las reliquias del Orisha.
MANGO: Dueño Oshún.
Gusta mucho a todos los Orishas. Cuando frutece demasiado, presagia miseria. La semilla machacada en alcohol es un desinfectante excelente. Se recomienda el cocimiento del mango macho con travesera para las hemorragias.
MARAVILLA: Dueño Obatalá.
Se tuestan las semillas de la Maravilla Blanca y se hace polvo. Este polvo se pone en una hoja de algodón con cascarilla y manteca de cacao y se cubre con un pañuelo, se pone una hoja de Prodigiosa y se deja sobre la piedra de Obatalá. Durante 8 días se avienta un poco de ese “afoché” en la puerta y la suerte seguramente visitará la casa.
Cuando los ojos de un cadáver se han quedado abiertos se les cubre con hojas de Maravilla que tiene la propiedad de cerrárselos suave y lentamente. Las raíces en decocción constituyen un purgante muy preciado y convertidas en polvo se emplean con éxito en la expulsión de las lombrices intestinales. El zumo de las flores se utiliza para los dolores de oído y revienta los tumores externos.
MASTUERZO: Dueño Elegguá (se le atribuye también a Babá).
En la madrugada de un Viernes, cuando aún no ha salido el sol, se va a buscar esta yerba, se le toca tres veces con la mano, se le habla y después se arranca y se pasa por la cara. Hay que cuidar que no le de el sol. Se lleva a la casa y se deja secar, se pulveriza y se echa en un frasco de perfume con Valeriana, polvo de Piedra de imán y de ZunZún. Con este polvo, las mujeres vuelven locos a los hombres y viceversa.
El cocimiento de las hojas hace orinar abundantemente, facilitando el trabajo de los riñones. Es muy eficaz para disolver las piedras o cálculos.
MATA NEGRO: Dueño Yemayá.
La Santa que vence a todos los hechiceros y sujeta a los “abikús”, combate con este palo. Se utiliza en Mayombe para que los chichirikús se trasladen con más facilidad.
MEJORANA: Dueño Todos los Orishas.
Con el corazón de una golondrina y la Mejorana dejada secar, se hace un polvo que sirve para lo que se quiera. Cuando la Mejorana crece en abundancia es augurio de prosperidad; si se marchita o no prende, es síntoma de ruina. Una ramita de por si (sin que se le encante), tiene poder de “Iggidé” (de amuleto) y debe llevarse siempre en el bolsillo. La Mejorana es muy celosa y a sus cocimientos que son magníficos, no deben añadirse hojas de ninguna otra planta.
Para los histéricos, tomando 3 días los cocimientos de Mejorana y Carquesa con tres cogollos de Anór se mejorarán rápidamente.
MELON DE CASTILLA: Dueño Oshún.
A los cinco días, el melón que se le ofrece a Oshún, se le entrega en el río, donde se pasea la Diosa en su “okwerí” (bote). Estas ofrendas frutales son muy a menudo repartidas entre los niños del vecindario por mandato de los Dioses, quienes exigen , de vez en cuando, que a éstos se les obsequie con frutas y dulces porque los Ibeyi son niños. Obatalá igualmente tiene pasión por los niños.
MIJE: Dueño Oshún, Eshu.
Oshún lo quiere ver siempre en su altar. Es tan suyo como el palo de canela.
Es empleado para preparar, en resguardos, un zurrón de recién nacido. Zurrón se le llama a una membrana como una tela, en que vienen al mundo algunos niños envueltos en ella y que es muy apreciada, por ser buena para muchas cosas.
MIL FLORES: Dueño Oyá, Yewá.
Para despojos y baños para la buena suerte. Cuando se sueña angustiosamente con los muertos (o se ve a la muerte en forma de esqueleto), los baños de Mil Flores serán a librar a esa persona de esos malos espíritus que la persiguen. Por igual se indican para evitar daños y salaciones, adicionándose a los baños siete clases de albahaca.
MILLO: Dueño Babalú Ayé.
Para que la enfermedad o la epidemia no penetre en la casa, se tiene siempre clavada detrás de la puerta una escobilla de Millo, adornada con una cinta roja, una mazorca de maíz seca, untada con manteca de corojo, una estampa católica de San Lázaro o una oración de este Santo impresa.
MIRAGUANO: Dueño Changó.
Con el Miraguano se hacen flecos (Malipó) para adornar el Igbodú cuando se asienta a Yewá, ceremonia muy secreta y a la que se invita a muy contadas personas. Estos flecos decoran también las casas de Santo, colgando de la parte interior del marco de las puertas en honor de Aggayú. El aceite de la semilla detiene la caída del pelo.
MORURO: Dueño Todos los Orishas.
Para la Prenda de Mayombe. Con el corazón de una golondrina y la Mejorana dejada secar se hace un polvo que sirve para lo que uno quiera
Tiene poder y potestad para hacer lo que quiera, bueno o malo, como el Laurel o la Ceiba.
El Moruro tiene la propiedad de cicatrizar las heridas y endurecer las encías.
NARANJA: Dueño Oshún.
Es el fruto que tantas veces reclama “Yeyé” cuando baja a bailar con sus “Omós” y adoradores. Es muy recomendable el ofrendarle a “Yalodde” una cesta de naranjas, pero bien linda, en la orilla del río. La Diosa, después del baño, saborea siempre con deleite la fruta dulce y dorada que es dulce como ella.
ÑAME: Dueño Elegguá.
El Ñame como el coco y el maíz, pertenece a todos los Orishas, a todos se les ofrenda. Con el corazón del Ñame (ichú), prepara el babalawo el “aché”, “yefá”, el polvo blanco lleno de virtudes con que se cubre el tablero de adivinar de Orunmila.
El que haya sido objeto de una brujería deberá untar un Ñame con manteca de corojo y con éste, Salvia, Piñón de Botija, Albahaca y Jengibre, fregará sus puerta tres días seguidos y se dará baños de mar y de río con Verdolaga.
La mejor rogación para Obatalá son 8 pelotas de Ñame con “efún” y “orí” (cascarilla y manteca de cacao) y después se le llevan a la manigua. Un Ñame en un palto blanco o en una cazuelita de barro puede representar a Elegguá.
El Ñame, por muchos motivos, es como el coco, un fruto bendito. Se pone en la tierra un Ñame crudo cerca de la puerta de la casa, con la finalidad que nazca espontáneamente, próximo a Elegguá. Se considera como un signo de ventura, como una promesa de prosperidad, que este Ñame, que se llama “volador”, se reproduzca abundantemente.
Este tubérculo cargado de misterio, único fruto, como el bejuco jimagüa que pare la tierra con dolor. Aunque representa y sustituye al “okunlá” de Elegguá, es de propiedad de “Oko” (San Isidro el Labrador), dueño de todas las viandas.
Sin Ñame no podría ”jurarse” (iniciarse), en la Sociedad Abakúa. Es pues uno de los tributos principales.
OFON: Dueño Obatalá.
Se emplea en las ceremonias que se desarrollan durante el Asiento, para lavar las reliquias.
OROZUZ DE LA TIERRA: Dueño Oshún.
Esta planta, que se extiende como la Verdolaga, es tan dulce que a sus cocimientos, muy recomendados para el estomago y el asma, no se les pone azúcar.
ORTIGUILLA: Dueño Babalú Ayé.
Hervida, para tomar como agua común no pica y limpia la sangre de impurezas. En cocimiento y mezclada con Canutillo y Rabo de Zorra, cura la impotencia, tomándola en ayunas, al medio día y a la noche.
PALO AMARGO: Dueño Changó.
Sin la corteza, se emplea para trabajos de Santo (y para amarrar la vida). La corteza, la raíz y las hojas hervidas, se emplean para hacer que se expulse algún brebaje de hechicería que se halla tomado sin sospecharlo.
Este cocimiento se recomienda a su vez para los dolencias estomacales. Tomándose como agua común, cura el vicio de la embriaguez. Con el cocimiento de la raíz se trata la “gota” y el artritismo.
PALO BRONCO: Dueño Osaín.
El ngangula o el Osainista lo utiliza como resguardo y salvoconducto para penetrar en las malezas de un monte virgen. Igualmente muchos Santeros no se aventuran sin empuñar esta vara mágica en bosques que le sean desconocidos.
Estos bastones protectores, cargados de magia, se fabrican también con madera de Olivo y de Avellano y cuando es necesario, o quizás conveniente que no resulten muy fuertes, con caña de Castilla.
PALO CABALLERO: Dueño Changó.
Se le llama también “Guinda Vela”. Se encuentra en la Gúasimas, el Granadillo y otros palos. Tiene poder para todo. Era uno de los palos con que jugaba “Marigwanga” y se reconoció en Matanzas.
Protege de brujerías y de toda mala influencia. Con un tallito que se lleve sobre el pecho o en el bolsillo, trabaja lo mismo que un detente.
Es muy bueno para lavarse la cabeza, pues evita la caída del pelo y para regular la menstruación. Los tallos se emplean en cataplasmas.
PALO CAJA. Dueño Changó.
Para baños de despojos. “Mata Brujo”. Es un palo muy noble de Mayombe. Le gusta hacer el bien.. El cocimiento de su corteza contiene las hemorragias o sirve de abortivo. Regula el período si hay atrasos; cuando falta, lo provoca. Hervido con raíz de “china”, “bejuco congo” (o garañón), bejuco jimagua y batalla, fortalece el organismo.
Este cocimiento se toma como agua común hasta que se sientan sus beneficiosos resultados. Combate la tuberculosis.
PALO CLAVO: Dueño Oggún.
Los cocimientos de la raíz, las hojas y el corazón de este árbol se les administra a los que han bebido algún “filtro” compuesto con animales como los que se preparan con la langosta, alacrán, ciempiés, etc.
Con estos cocimientos se expulsan los bilongos y se libran a tiempo de un maleficio o hechicería muchas veces mortales.
PALO CACHIMBA: Dueño Changó.
Tiene el poder de alejar la turbonada. Protege de la descarga eléctrica; se hace una fogata con su madera en el monte o cerca de la casa en el campo y no caen “bokosó” (el rayo).
PALO CAMBIA VOZ O CAMBIA CAMINO: Dueño Todos los Orishas.
Es uno de los nombres que los paleros le dan a la Cuaba porque hace cambiar a las gentes de opinión y de rumbo. En congo es a llamarse “Nkunia Bondásula”.
PALO CENIZO O HUMO DE SABANA: Dueño Todos los Orishas.
Parece un palo insignificante...sin embargo tiene importancia; en la “Nkunia” (conjunto de palos de Mayombe, en las ngangas y “nbanis” cuernos), es el que equilibra todas las fuerzas.
PALO DIABLO: Dueño Eshu.
Los lucumíes no lo utilizan, pues como su nombre lo indica, es tan maléfico, que pulverizado sirve de estimulante a las ngangas judías en los días de Semana Santa.
El Brujo de “kunanchet” (del campo), lo siembra lejos de su bohío y en vez de agua, riega sus raíces con sangre de animales que pertenecen exclusivamente a “Lugambé”.
La maldad natural de este árbol se engrandece con la “menga” (sangre) de los animales diabólicos que se introducen en su ser y lo alimentan desde que nace por lo cual será fácil imaginar hasta que punto es diablo el “palo diablo” que solo cobija “nfumbis” de asesinos, almas crueles, atormentadas y atormentadoras de malhechores y suicidas.
PALO HACHA: Dueño Oyá.
Con este palo se saca a Oyá de quicio.
PALO HEDIONDO: Dueño Todos los Orishas.
Cuando se prolonga dolorosamente la agonía de un moribundo, es porque el alma, aferrada al cuerpo ya inservible, se niega a abandonarlo.
En estos casos si el moribundo tiene orisha los baja, y si no, hace “suchúngara”. Quema a una rama de Palo Hediondo con plumas de gallina, a la cabeza del agonizante para darle camino a su espíritu. Las propiedades del aroma que despide este Palo, facilita el desprendimiento del alma, haciéndole creer que ya está descompuesta la materia que se empeña en seguir ocupando. Ese olor le decide a abandonarla y dejar el cuerpo en paz. Cuando esa persona (alámuriukí u oteribachó) sea cadáver, salúdela con estas palabras :”lení odégu odócha odá kulebo”, dice: “ya eres espíritu ante el cual me arrodillo”.
PALO JERINGA: Dueño Yemayá.
No obstante lo prosaico de su nombre, los brujos lo emplean pulverizado por sus propiedades afrodisiacas. Se espolvorea la habitación de aquellos matrimonios que en la “intimidad son apáticos” y el resultado es muy satisfactorio.
PALO MALAMBO: Dueño Todos los Orishas.
Es uno de los palos brujos y fuertes que manipula el hechicero de filiación conga y el cual indistintamente surte un efecto benéfico o maléfico. Ataca y defiende. Pero es excelente para hacer daño, pues cuando dice a ser “judío”, s tan judío como el que más y por igual, cuando dice a ser cristiano, es buenisímo. En el aspecto del bien, cura el tétanos y todos los pasmos. El cocimiento de la raíz y la corteza es muy bueno para las recién paridas, para evitar complicaciones del parto, etc. También los efectos del agua que rezuma este árbol son abortivos.
PALO NEGRO: Dueño Elegguá.
Tiene negro, muy negro el corazón. Un poquito de polvo de este palo “juramentado” y rogado, camina como el viento. A Elegguá que maneja todos los palos de los mayomberos, le gusta trabajar con él. Hay que tenerlo a mano para cuando Elegguá lo pida. Lo mismo que abre camino, amansa guapo (y quita saco que es un palo difícil de encontrar y es de los suyos). Lo emplea también Oggún Achibiri Ki que es San Miguel Arcángel.
PALO RAMON: Dueño Todos los Orishas.
Otro de los palos principales de Mayombe en los que “se agarra bien el muerto”.
Es muy misterioso. A ciertas horas, ese “soro soro” (él habla). Es de los que se hacen invisibles y el Palero no se atreve a chistar en su presencia.
Uno de los prodigios de este árbol es la gracia que tiene de menstruar como las mujeres y dar leche en cuarto creciente. De ahí que muchas madres beben el agua hervida de las hojas, la raíz y la corteza de este palo, para que les aumente o no llegue a faltarles durante crían a sus hijos, la leche de sus pechos respectivos. Algunos babalochas se lo atribuyen al Dios Oggún, otros aseguran que es de Changó y también de Obatalá.
Los congos antiguos hacían “chichirikús” con su madera.
PALO ROMPE HUESO: Dueño Changó.
Tiene muerto fuerte que rompe hueso cuando monta. La cruz que se hace y se ruega con este arbusto de resistente madera, tiene un misterio, un “aché” (gracia) muy grande. Se le presenta a la manga de viento o a la tempestad que amenaza acercarse y en cuanto la tempestad la ve se aleja.
PALO TENGUE: Dueño Todos los Orishas.
Basta nombrarlo para que el “palero” (malembe ngeui malembe mpolo), salude su nombre: “Tengue” es el palo más fuerte de todos los palos.
PALO TORCIDO: Dueño Eshu.
Para conocer la suerte, para “atrasar”. Torcido, tuerce. En afoché o en rama, le cierra el camino a un enemigo, lo atrasa o lo vira.
PARAISO: Dueño Changó.
El Paraíso es tan sacratisimo como el Cedro y tiene más misterios que el mismo Cedro.
Los mejores días para usarlo son los lunes y los viernes. Para baños lustrales es preciso arrancar los gajos tirando de ellos hacia arriba y diciendo: “Paraíso, así como tú eres alto, hazme crecer y subir”. Para limpiar la casa, sacar lo malo y atraer la suerte, no tiene igual. Los pisos de la casa se baldean del interior hacia la puerta, con agua y hojas de Paraíso. Con las ramas se deshollinan los techos y mientras se deshollina se dice: “Paraíso Santo, como tú subes, quiero subir”. Primero se limpia el portal o entrada de la casa. Después de usado este gajo, que se lleva “todo lo malo que encuentra”, se tira a la calle y con otro gajo se deshollina el resto de la casa. Las basuras se recogen y se echan en un placer.
Las hojas se ponen sobre el pecho para aliviar los males del corazón pues calma la disnea y taquicardias y las hojas se renuevan cuando se secan en esta operación. Los cogollos en cocimiento, alivian los pujos.
El dueño de un Paraíso debe cuidarlo mucho, pues si este se seca, indudablemente sufrirá un serio quebranto o se alterará el curso de su vida.
Con una rama florecida, se invoca al “Anima Sola”.
PARAMI: Dueño Todos los Orishas.
Para influir, poseer y dominar a una persona.
De este palo se sirve todo el mundo. Santeros lucumíes, Espiritistas, Paleros, etc. Las Iyalochas cuando una ahijada le ofrece al Angel de su Guarda, un animal de cuatro patas, ponen a secar algunos huesos y los hacen polvos.
Los riega al pie de los Santos y los guarda. Si la ahijada tiene algún disgusto con su marido, la madrina liga aquellos polvos con los de Paramí y Vencedor y para que surtan mejores efectos, con los pelos y le amarra el marido que en lo adelante se amansará ampliamente.
El Paramí y el Amansa Guapo son los palos que trabajan siempre juntos para obtener cualquier conquista amorosa, etc.
A estos se le adicionan uñas de los pies y de las manos de la persona que se desea amarrar, también su pelo, que no se tuesta, sino se raya cuidadosamente, pues si estas sustancias se tuestan le causaría gran daño a la persona; se hace todo esto un polvo y se le va echando en el café cada día, hasta que se terminen .
PATA GALLINA: Dueño Elegguá.
Los “Kimbisa” trabajan mucho con la “kimbansa” y los devotos de los Orishas la ponen sobre la cazuelita de Elegguá, el Dueño de los Caminos, que amarra con esta yerba.
Para conseguir trabajo se hace con Pata de Gallina y carreteles de hilo blanco y negro. Con estos hilos y la yerba, se cose un papel con el nombre y apellido de la persona que puede otorgar el empleo y se coloca debajo de Elegguá.
PEGA PEGA: Dueño Los Ibeyis.
Las hojas y la raíz se trabajan para unir matrimonios o relaciones rotas.
PENDEJERA: Dueño Eshu.
La raíz es muy buena para las enfermedades del riñón y de la uretra. Calma el ardor, depura la sangre. Tiene la virtud de evitar la impotencia.
PEONIA: Dueño Todos los Orishas.
En todas las cazuelas (ikoko) que se llenan de yerbas, para desmenuzarlas y preparar el Omiero de “Kariocha”, van hojas de Peonía y en la batea de Omiero, la semilla. Fuera del Omiero, la semilla es peligrosísima, si se pisa provoca riñas y desordenes.
PICA PICA: Dueño Babalú Ayé y Elegguá.
Es el transmisor de algo malo. “El que lo lleva y guía con el muerto”.
En polvos para el maleficio, se une (se casa) con la pimienta y se originan discusiones y riñas que tienen funestas consecuencias.
En cocimiento calma las picazones.
PIMIENTA: Dueño Todos los Orishas.
Para “mpolo” maléficos, para rociar y alimentar las prendas y makutos.
No puede prescindirse de la Pimienta en la composición de la Chamba (la bebida que se le ofrece a las ngangas), que las tonifica y estimula. Esta, como ya sabemos, se prepara con aguardiente, ají guaguao, polvo de palo canela, jengibre, mucha pimienta, ajo y cebolla blanca.
La botella de aguardiente conteniendo estas especies, para que se disuelvan, debe permanecer tres días bajo tierra. La Chamba que se derrama sobre un Fundamento, adquiere en contacto con las sustancias mágicas y los espíritus que lo complementan, milagrosas facultades curativas.
Lo que queda en el caldero de estas libaciones, recibe en los Templos de Mayombe, como el agua sagrada e igualmente benéfica que se recoge en un hueco o entre las raíces de una Ceiba, el nombre de “agua Ngóngoro o de Kimbisa”.
Todos los padres e iniciados y aquellos que han sido presentados a una nganga, han tomado kimbisa, en la que queda también fundida, con el aguardiente y las especies, la sangre de los sucesivos y frecuentes sacrificios.
La kimbisa les resguarda el cuerpo de brujerías y los limpia y fortalece. Es tanta la energía vital, las fuerzas y virtudes que contiene.
Para una curación, un reparo, para levantar un ánimo abatido, abrir camino, el mayombero emplea a menudo la kimbisa, bajo la acción del “fumbí”, levanta e inclina su caldero, derrama un poco en una jícara y le da a beber a un enfermo, al embrujado o al abatido. Se le ha pedido al espíritu. El espíritu que ya sabe “ha visto” la enfermedad y no tarda en consecuencia, en formular su medicina y le hace tomar unos sorbos del “incomparable licor”. A este caldo de milagrosas sustancias (sangre, saliva, carroña), en algunos templos constituye la medicina y la comunión en fechas determinadas. Los mayomberos son a asegurar que nada puede compararse en virtudes curativas con la kimbisa pues estiman que el Omiero no tiene fuerza.
En Mayombe se emplean todas las clases de Pimienta, la Malangueta, la China, la de la Costa, la de Playa. Sus propiedades mágicas, aunque solo deben ser conocidas de los que están “rayados”, las sabe sobradamente el pueblo, que las aprovecha o las sufre a menudo.
El “Padre Nganga” le da al iniciado, siete granos de Pimienta con un sorbo de agua bendita y un pedazo de corazón de gallo (para que su cuerpo se mantenga sano y resguardado cuando lo ataque las “uembas” y todos los “ntúfi” que mandan los brujos...).
Como el Yamao, la Pimienta llama y atrae, así para lograr que una persona distanciada de otra, un marido que abandonó el hogar, un novio que se obstina, rechazando una reconciliación, el brujo o el hechicero recurre a la Pimienta.
A estos efectos, sobre la nganga se preparan los granos que juzgue necesarios para que el sujeto que aún desea el amor ola amistad de quien lo tiene abandonado, vaya a buscarle resueltamente. El sujeto, al salir de su casa, tomará un primer grano de la pimienta que le ha entregado el brujo, luego de trabajada en la nganga respectiva y dirá: “Llama a fulano de tal, que responda a mi llamada, que se alegre de verme, que me siga, que vuelva a mi lado”. En cada esquina y en todo el trayecto que debe recorrer, irá arrojando los granitos de Pimienta y encomendándoles lo mismo. El último a quien ya la Pimienta ha predispuesto, lo lanzará en la puerta de la casa de aquella persona, pues repetimos que ya la ha predispuesto a su favor y por lo cual seguramente lo estará esperando y al oir su voz le dirá seguramente como si tal cosa: “mira que has tardado en venir”, y volverá a ser lo que era antes del disgusto o del desvío, etc. Llevará además en la boca un palillo de Canela de Monte y otro de Cualibrí o Guachinango. Cada vez que pronuncie el nombre de la persona amada y distante, escupirá y con el pie izquierdo, pisará la saliva (simbólicamente pisa sobre la misma persona, pues el nombre es la persona), y la vence y la tendrá a sus pies. Este trabajo por medio de la Pimienta dará tan buen resultado que los que vuelvan a quererse no se darán cuenta del cambio.
Para obtener éxito en un negocio que se le vaya a proponer a alguien, o para hacer una petición de dinero, etc., se conservará en la boca mientras se trata el asunto, un grano de Pimienta que el Mayombero ha preparado y endulzado en la nganga pues la Pimienta facilita la palabra y produce el resultado de lo que se desea.
Tres, cuatro, siete, cinco o nueve granos de Pimienta con pedacitos de coco, mastica el devoto que le ofrece al Orisha el sacrificio de un carnero, un chivo, un torete, un cochino o un venado.
En este caso, solo el que ofrece al Orisha dicho animal, mastica la Pimienta que le escupe en los ojos y en cada oreja de este, confiándole una petición que dicho animal transmitirá a las divinidades. Los que tienen un resguardo en su interior, es decir aquellos a quienes el “Awó” o Padrino ha hecho tragar un talismán que vivirá en sus entrañas, lo alimentan con granos de Pimienta. El número de granos que debe tomar o comer sin triturarlos, se ajustará a la marca o número de su Orisha.
PIMIENTA CHINA: Dueño Oggún.
La Pimienta China trabaja para malo, como “mécua”, la Pimienta de Guinea.
Con el zumo, la raíz y las hojas, se prepara un aguardiente para la cazuela de mayombe.
En alcohol sirve para bajar la hinchazón.
En cocimientos: tres semillitas en una taza de agua, para reparar el estómago y abrir el apetito; para el corazón, la auremia, el dolor de ijada.
Molida con vaselina o aceite se unta en el pecho para la pulmonía.
Y en modo preferente la Pimienta le conserva al hombre su vigor...pues es afrodisíaca.
PIMIENTA MALAGUETA O PRIETA: Dueño Oggún.
Las hojas y granos para las ofrendas de comida que se le brindan a Oggún.
Los granos pulverizados para sinapismos cuando por efecto de mala circulación de la sangre, los pies se enfrían desagradablemente. Con la raíz se preparan licores fuertes de sabor y aroma.
PINO: Dueño Changó.
La raíz posee grandes virtudes que le confiere “Nsási Mkita”.
El Pino es el nivel del mundo. Crece hasta que ve el mar. Cuando se siembra para suerte, se le paga su derecho, cuatro o seis centavos y se le dan cuatro huevos y la sangre de un Gallo.
El que lo siembra, lo siembra en cuclillas y termina de pie la ceremonia, invocando siempre a Changó. Cada año se le regala un Gallo. El Pino sube y el que lo plantó también. A medida que crece, le ruega, le alimenta año tras año y el Pino agradecido le dará su buena sombra. No dejará su dueño que nadie le corte una rama, pues lo perjudica a él. No deben divulgarse estas cosas (nunca se dice cuando se sacramenta un árbol).
Eshu vive con frecuencia en el Pino y allí metido en las ramas se le oye chillar.
El cocimiento de la raíz es bueno para tratar la piorrea y para lavarse la cabeza que hace crecer el pelo.
PIÑA DE SALON O PIÑA DE ADORNO: Dueño Oshún.
Se entierran en sus raíces prendas para que estas disimuladas en el salón o sala de una casa, ejerzan su influencia en el sentido que se desee, sin exponerlas a la curiosidad de las visitas, etc., que la tildaría de otra manera de brujería.
Muchos amuletos (resguardos) se entierran para buena suerte, para que hagan prosperar al jefe de la familia, para mantener unidos a un matrimonio, etc., en las raíces de árboles y arbustos de jardín y en las plantas que adornan un salón.
Nadie puede sospechar el secreto, la fuerza inteligente y activa que está escondida muchas veces bajo una bella planta. Ni las desgracias a que se expone quien las deja morir o las suprime, ignorante de lo que vivía en ella.
PIÑA RATON: Dueño Elegguá.
Con el zumo y el cocimiento de la raíz, se prepara un elixir digestivo y a su vez extremadamente nutritivo.
PIÑON LECHOSO: Dueño Eshu, Oggún.
Como antídoto (contra veneno) de una hechicería amorosa, se hierven tres hojas del piñón de semillas negras y se toma una copa en ayunas. Después, dos hojas hervidas otros tres días. O bien, a falta de semillas, se toman tres trocitos de gajos diferentes y otros dos, también de distintos gajos, para continuar el tratamiento.
PLATANILLO DE CUBA: Dueño Changó.
Para baños de despojos y trabajos de santería. Lo que tiene de bonita esta planta lo tiene por igual de “cosa seria” para trabajar.
Para el “edi” (amarre), se consiguen las uñas y un cabello de la persona que se quiere amarrar. Si se consiguen los vellos de sus partes genitales, mejor. Las uñas se hacen polvo. Se desprende la mata de Platanillo, se abre la cebolla que tiene en la raíz y se le mete dentro el vello o pelo y las uñas molidas. Se vuelve a cubrir la planta con tierra; esto hay que hacerlo cuidadosamente) y ahí se tiene amarrado en “llembá” (cárcel) a quien sea.
Y no tiene más que cuidarse el Platanillo, que no se lo roben ni se lo destruyan y de este modo tendrá a la persona a su disposición y a su verdadero antojo para todo...”Y al que destruya una mata o un árbol que tenga algo así, que se prepare”.
Igualmente si se desea o conviene que alguien se marche de una casa: se toman siete hojas de Platanillo y se tuestan con el rabo de un perro negro, de un perro blanco y pica pica.
Esa persona, mediante estos polvos, se irá seguramente de su casa.
En cocimiento, la raíz purifica la sangre y combate el flujo y la gonorrea.
PLATANO: Dueño Changó.
El Plátano domina los vientos, porque en su tronco se encierran todos los secretos de los Santos y de la naturaleza, sobre todo el Indio, que es el superior. Todos los seres humanos necesitan del Plátano, no solo para alimentarse sino para el Ebbó de salud o de muerte.
Los Congos le llaman al Plátano Indio “makondo miganga”, al Manzano (el ciento en boca), ”mbaka”, al Guineo “biekerere” y “ntiba”.
Su fruto gusta a todos los Orishas, pero Changó y Yánsa son los más aficionados, los que más lo comen. Sobre todo Changó. Y tanto le gusta, que en cuanto llega a una casa en la que van a rogarle que haga un buen trabajo, lo primero que pide es “ogguedé” aunque pide también “agguadó” (maíz) y por supuesto, su “akukó” (gallo) y “ayakúa” (jicotea), pero repetimos, sobre todo lo primero es el plátano.
Por ello, cuando es necesario amansar a Changó, la “mamaocha” o el “babá”, preparan una especie de pomada con manteca de corojo, manteca de cacao y cascarilla.
Se untan esta pomada en las manos y llamando y rezándole a Changó, frotan de arriba abajo cuatro plátanos verdes.
Bien frotados y rogados estos plátanos, se amarran con un lazo rojo y se llevan a una Ceiba para que Obatalá lo apacigüe. Para impedir que suceda algo grave, los plátanos se colocan al poniente. Si se desea lo contrario al poniente. Si se desea lo contrario al oriente.
Cuando Orula recibió el poder de controlar los vientos, vio un hermoso racimo que colgaba de un plátano. Lo cortó y se lo llevó a Changó y lo conquistó presentándole aquel racimo.
Changó no le perdona a sus hijos que le tomen ni un solo plátano del racimo que continuamente le ofrendan.
Para promover la alegría en una casa, no hay como regar de tiempo en tiempo, plátano verde molido y mezclado con tabaco.
“Lukankasa” (el Diablo de los Mayomberos), se alimente preferentemente con plátanos y anda siempre metido en los platanales, los cuales de noche son peligrosos. También sus guardieros y mensajeros como el pájaro carpintero que trabaja en “nfinda” para “Cachana”, los visitan y se comen los frutos.
“Lundu Makondo” (cepa de plátano) y cascarilla de huevo, es lo rimero que se necesita para quitarle la muerte de encima a un enfermo. Los Mayomberos opinan que la “cepa de plátano tiene ser y vida” y por lo tanto más virtud que un muñeco para recoger la enfermedad grave por lo que en estos casos, son a meter a la enfermedad en la cepa para “mutambia furibámba”. Lo visten con todo lo que tenía puesto el citado enfermo y lo entierran. En cambio los lucumíes “cambia la vida” con un muñeco que se parezca al enfermo, que sea su retrato y le sacan al enfermo lo malo y lo meten en el muñeco. Luego lo velan como a un muerto, entre cuatro velas y lo encierran en el cementerio.
Esta ceremonia en Mayombe, la hace el mismo “Nkita” montado, en Ocha, el Babalawo. Es muy secreta, muy impresionante y solemne y cuesta o se cobra muy cara.
El muñeco entre cuatro velas se acuesta al lado del enfermo que presencia (si tiene conocimiento) todo lo que se hace. Se le pinta la cara con cascarilla y se le tapa con una sabana blanca. Se sacude un palo con nueve cascabeles sobre su cuerpo para asustar a la muerte y se le pasan nueve huevos y nueve pedazos de coco. Estas limpiezas (que también se realizan con aves) se llevan a enterrar al cementerio con su “derecho”.
Al “Onché” o mandadero que se encarga de llevar este ebbó hay que prepararlo bien (limpiarlo) lo mismo a la ida que a la vuelta, se le despoja con Escoba Amarga y tres clases de Albahaca, pues el “daño” a menudo también regresa a la casa siguiendole los pasos.
El plátano morado es “tabú” para los nganguleros y el guineo también.
La savia del plátano manzano es uno de los portentos de la naturaleza, porque “levanta a los muertos”, es igualmente eficaz para sanar las úlceras del estómago y curar la ictericia.
Con plátano guineo o manzano, aguardiente, maíz y azúcar prieta se prepara un “oti” que Elegguá aprecia mucho.
La vasija que contiene el “dengué” en el “Nangalé” se asienta sobre hojas secas de plátanos.
POMARROSA: Dueño Oshún.
La Pomarrosa es muy temida por los mayomberos que posean una nganga judía pues se considera como “mata brujo”. Por ello, el que anda con “nganga judía” no puede ni mirar una semilla de Pomarrosa. Esta no se mienta en casa del “ngangulero”. Para que no huya su “nfúmbi”. Si intencionalmente se le da a comer al “mkombo falo nganga” (el médium), el muerto malo no lo monta más, no viene.
La savia se utiliza para corregir el mal olor de la nariz.
QUIEBRA HACHA: Dueño Oyá.
Oggún trabaja mucho con Quiebra Hacha.
Las hojas, raíz y corteza en cocimiento para expulsar los gases. El jugo de la hoja es purgante.
QUIMBOMBO: Dueño Changó.
Una de las comidas que más le gustan al Orisha Changó.
Aunque cuenta la mitología que su mujer legítima, Obbá Labbi pérfidamente aconsejada, se cortó una oreja y se la dio a comer en un plato de quimbombó y que en vez de cautivarle por este medio, lo que consiguió fue que el dios se alejase de ella. El Quimbombó tiene la particularidad de ser muy nocivo a los brujos, los cuales evitan tenerlo en sus casas y mucho menos comerlo, pues estiman que los trabajos que realizaren no tendrían firmeza por resultar resbaladizos.
Por tal motivo, los Mayomberos se abstienen como hemos visto, de manipular ninguna planta o palo resbaladizo y los más precavidos ni siquiera lo comerán.
Las brujerías se aniquilan con Quimbombó, mezclado con ceniza y sangre del menstruo.
Las piezas y atributos de Changó se lavan con Quimbombó seco, remojado con Malva Té.
RASCA BARRIGA: Dueño Elegguá.
Para pegarle a Elegguá en el Asiento. El Iyawo de Elegguá, es azotado a veces con dureza por la Madrina y el Padrino.
Nueve cujes de Rasca Barriga vestidos de nueve colores y en la punta de cada uno un cascabel. El Santero se pinta con cascarilla, siete rayas en las mejillas y se pasa toda la noche despojando, pasándole los cujes al enfermo de gravedad y sonando los cascabeles, que asustan a la muerte. Luego temprano se hace “cambio de vida” y esta ceremonia debe terminarse antes de las doce del día.
“Cambiar de vida” es desplazar la enfermedad “el daño”, cambiar la muerte por vida, “pasarla de un cuerpo a otro”.
Se saca el mal del cuerpo en que está metido y se lleva a un animal o a un muñeco del mismo tamaño del enfermo, que se vela y se entierra en el cementerio.
RETAMA: Dueño Babalú Ayé.
Se estima y asegura que un gajo de Retama es muy conveniente para recitar la oración del Anima Sola. Muy efectiva en cocimientos para bajar las fiebres. Se llama también “Teicollo” y “Nkorimánfo”.
ROBLE: Dueño Todos los Orishas.
No monta, es un palo exclusivamente benéfico, que solo se utiliza para curar la “alferecía” con sus hojas y flores.
ROMERO: Dueño Yemayá.
Sus ramas son magníficas para despojos. La virtud de su aroma es un gran secreto que los que lo poseen no lo divulgan jamás.
ROMPE SARAGUEY: Dueño Changó.
Es una de las plantas más populares y preciosas que le pertenecen a este Orisha.
Para baños de despojos y purificaciones de las casas el Rompe Saragüey quita todo lo malo y la brujería.
Con un solo baño de Rompe Saragüey, Ruda, Perejil, Apasote, Piñón, Paraíso y Alacrancillo, (todo hervido) se libra al cuerpo de una “mañunga”.
Es la yerba que unida a la Yaya y a la Guara se emplea en la Regla de Palo de Monte, en los siete baños con que se prepara y purifica al individuo que va a “rayarse” (iniciarse), el que antes de derramarse el agua sobre el cuerpo, se persigna con ella y bebe tres largos sorbos, para limpiar y fortalecerse anteriormente. No secará su cuerpo con toallas después de cada baño, para que se impregne y penetre en su organismo las propiedades mágicas de estas tres poderosas fuerzas vegetales.
Para proteger las casas contra toda clase de “wangas” o “ndiebos”, se pone en la puerta una cruz hecha de Rompe Saragüey y debajo se dibuja otra con manteca de cacao.
ROSAS: Dueño Oshún.
En baños para atraer: cinco rosas amarillas, azogue, miel de abeja y canela. Baños para “Iowó” (para atraes dinero). Cinco rosas amarillas, perejil, albahaca, cinco esencias diferentes y miel de abejas.
RUDA: Dueño Changó.
Los brujos la detestan, es su peor enemigo.
En la casa donde crece esta planta, los “ndoki” no penetran.
Por ello es buena precaución tener una matica de Ruda en el patio de la casa o en el balcón “pues nunca se sabe quien vive en la otra puerta”. Y los niños son los más expuestos.
Para amarrar a una persona: se consiguen cinco vellos de quien se desea atar, se compra un panecillo fresco, se abre por el medio con un cuchillo nuevo. Se colocan dentro del pan los vellos en cruz; los del que amarra arriba de los vellos del que quedará preso. Se juntan las dos mitades del panecillo y se atraviesan con tres púas de palo mirto, para que queden unidos y bien seguros los dos pedazos de pan. Se mete el pan en una lata con cuatro tierras y se siembra en ella una mata de Ruda.
Cuando la mata se esté agotando, se escoge el mejor y se vuelve a sembrar. No se le dará a nadie, ni una hoja de esta mata, ni se le toca en viernes y completo.
SABE LECCION: Dueño Todos los Orishas.
Se mezcla hecha polvo, con el polvo de la piedra Imán y es talismán para enamorar. Las hojas se ponen en la cabeza para conservar la memoria.
SABICU: Dueño Babalú Ayé.
Esparciendo las cenizas de su madera en las casas de un enfermo infeccioso, se evitará el contagio.
SABILA: Dueño: Yemayá.
Espanta todo lo malo si se ponen unas pencas detrás de la puerta. Es depurativo del hígado, de los riñones, de la vejiga y es antiasmática.
SACU SACU: Dueño Inle, Osain.
Muy vivaz y muy bruja, de gran recurso para el hechicero.
El espíritu no se va nunca de la cazuela que tiene Sacu Sacu. Es bilonguera de verdad. Trabaja en brujería de sentimiento.
SAGU: Dueño Los Ibeyi.
En cocimientos de la raíz para contener los saltos de la criatura en el vientre materno.
SAN DIEGO: Dueño Elegguá (es conocido por los yerberos por Maitoko y Foyinkaro).
Encierra uno de los secretos más grandes de Elegguá.
SENSITIVA O VERGONZOSA: Dueño Yewá.
Para despojos y purificaciones. Excelente para trabajar la sensibilidad de una persona. Para amarres y hechizos amorosos. Cuando se va a arrancar esta yerba, se le pasa la mano suavemente, acariciándola y se le dice tres veces: “Te quiero para enamorar, o para amansar (o lo que se desee) a Fulano o Mengana”, pero esto que la Sensitiva oiga bien. Después se lleva y debe tenerse donde no le de el sol. Cuando esté seca se echa dentro de una buena esencia y...a conquistar. Rogada, pulverizada y ligada con Gira Sol, Benjuí, Valeriana en polvo y polvo de Rosas, se vierte dentro del frasco de un perfume que haya recibido “virtud del sol” y sereno durante tres días y también se usa en el pañuelo para enamorar.
Con la Sensitiva se hace cuanto se quiera. Lo que tiene muchas espinas (porque hay Sensitiva hembra y macho), que ésta no sirve. Para asuntos románticos, “de amor” se empleará la que no tiene espinas, pues la otra como hemos dicho no vale nada.
La extraordinaria sensibilidad de esta yerba, que vive pegada al suelo y lo siente todo, es en manos de un buen babalocha, un medio de inapreciable valor mágico.
SESO VEGETAL: Dueño Obatalá.
En casos de locura para “Rogar la Cabeza”, se da de comer el fruto, cuidando de sacarle la semilla, pues es veneno.
SIGUARAYA: Dueño Changó.
Es el primer palo que después de saludar a los “cuatro vientos” saludan los mayomberos en el monte.
Es de los principales en las ngangas y a la hora de “cubrir Ngando” (cuando un adepto cae en trance),se le ponen las hojas en la “mulanda” (cabeza para que el espíritu lo agarre fuerte.
Se le llama también “Abre Camino”, “Tapa Camino” y “Rompe Camino”.
“Rompe Camino” porque el “fúmbi” se lo rompe al enemigo, “Tapa Camino” porque evita que el enemigo se meta en el camino de su “Nfúmo” y lo obstruccione.
SALVADERA: Dueño Todos los Orishas.
Cuando el cadáver abandona la casa o cuando los deudos y amigos regresan del entierro, se les limpia y purifica con gajos de Salvadera y de escoba Amarga.
La Salvadera da un fruto parecido a la Almendrilla, como la Siguaraya. Tres producen el efecto de un purgante muy fuerte.
Mezclados con aceite de almendra es un purgante terrible. Las hojas hervidas sirven además de purgante, de vomitivo.
TABACO: Dueño Osaín, Elegguá, Oggún, Ochosi.
Elaborado, es como hemos visto, la ofrenda que más aprecian las divinidades masculinas.
Todos los Orishas varones fuman y mastican “anduyo”. Les encanta el “rapé”.
El jugo de la raíz, de las hojas y flores, de los tallos verdes en sazón, sirve con algunas yerbas más, para obtener un gran emoliente.
El cocimiento de las hojas, para curar el pasmo. Como vomitivo: una breva; en infusión y a cucharadas.
TAMARINDO: Dueño Obatalá.
En el Tamarindo apareció por primera vez, “Nuestra Señora del Carmen”. Se duerme a las tres de la tarde y es menester cortar sus gajos antes que se “amodorre”.
Para dormir bien, se ponen unos gajos debajo de la almohada, esto producirá sueños tranquilos.
El fruto es excelente para los estreñimientos y hepáticos. El cocimiento de la raíz y la corteza es muy diurético.
TENGUE: Dueño Eshu.
Es el palo más fuerte y el más brujo de todos los palos brujos. Excelente para idiotizar. Con el Tengue se hace todo en Mayombe. Interviene en muchos trabajos para armonizar.
Es de los más sagrados del monte, “Isa monta” y es el que le da fuerza con el Paramí, al “vititi mensu” y a los resguardos.
Es Tronco y Fundamento y de los más “templados” como la Yaya. Para un desbarate definitivo, ofrece las mayores garantías.
Con el espíritu del Tengue se realizan todos los embrujos imaginables. Se idiotiza al enemigo; se allanan todos los obstáculos, se obtiene lo imposible.
TISIBI: Dueño Changó.
Se riega hecho polvo en los talleres, esquinas, parques, salones de baile, etc. Donde quiera que una persona desee hacerse simpática o brillar y ser “el blanco” de todas las miradas.
TOMATE: Dueño Changó.
El zumo para el estreñimiento. Gotas del zumo de la raíz, para el dolor de muelas. El fruto enriquece la sangre y fortalece la vista.
TOMATE DE MAR: Dueño Changó.
Hay macho y hembra.
Para saber a que sexo corresponden, se echan las semillas en un vaso de agua. La que flota, es hembra y se le da a usar al hombre.
La que baja al fondo del vaso, es macho y ésta se destina a una mujer. Curan las hemorroides.
Estas semillas son Talismanes que libran de este padecimiento.
Atados con un cordón de San Francisco, se llevan el bolsillo o en la cartera o se ciñen a la cintura.
El Tomate de Mar, en la generalidad de los casos, si nos las desaparece, al menos tranquiliza dichas hemorroides.
TREBOL: Dueño Obatalá.
El de agua pertenece a Yemayá. El Trébol pone iracundo al mayor de los Orishas. El de agua cura las escrófulas y la anemia.
TRIPA DE JUTIA: Dueño Elegguá.
Se le pone a Elegguá para enfurecerlo y que guerree cuando se necesita que el Orisha de la cara en un trabajo difícil e importante.
TUNA: Dueño Obatalá.
Para alejar a los enemigos se cuelga una rama de Tuna silvestre detrás de la puerta. Se recoge al quinto día de luna, durante tres lunas consecutivas, para curar el asma. Se frota la piel del enfermo con aceite de almendra, se untan de ajo las hojas y se le cubre el pecho con ellas, abrigándole bien después. Para todas las inflamaciones, la hoja se unta de aceite de almendra y se adhiere a la parte inflamada.
VAINILLA AMARILLA: Dueño Oshún.
Para alimentar los amuletos de Oshún.
VAINILLA ROSADA: Dueño Oshún.
Para alimentar los amuletos de Oshún destinados a los hombres.
VERDOLAGA: Dueño Yemayá.
Para tapar y refrescar al Orisha. Se emplea en limpieza y baldeos para aclarar la suerte.
YAGRUMA: Dueño Obatalá.
Para los Mayomberos, es la torre centinela de “Sunsundanga” (la lechuza), que está allí esperando y lista para ir a buscar y llevar mensajes. El pájaro coreo de la muerte trabaja con el “Yagrumo”. Es el vigilante del monte por ser el más alto, el que levanta por encima de todos. Por tal motivo, los pájaros llaman con insistencia al Yagrumo, “El Centinela” porque desde allí además Sunsundanga o el “fúmbi”, acecha los movimientos del enemigo.
El cocimiento de las hojas de Yagruma se recomienda para el asma. Otro cocimiento muy eficaz también y por cierto muy agradable es: la Yagruma con Bejuco Ubí, Cuajaní, Zapatón, Higo, Cordobán, Cañita Santa, Naranja y azúcar prieta, incluyendo a su vez el Romerillo.
YAMAO O YAMAGUA: Dueño Todos los Orishas.
Yamao, es a decirle siempre el Mayombero, porque es para “llamar”.
Se deja en una vasija una astilla con huevo y vino seco. La persona que anhela el retorno de un ausente, o la que está separada de su amante y desea unirse a él, le llamará tres veces con esta astilla. A la tercera vez, aquel la escuchará y no tardará en volver, obediente a la voluntad y el embrujo del Yamao.
Quien desee enriquecerse (que “owó” entre en su casa), soplará en estos polvos de Yamao, de “songué” (piedra imán, benjuí, maíz y cáscara de huevo), diciendo: “Talismán de Portugalete, rae dinero a mi casa”.
Como en la Palma Real, también se invoca y se ruega a Changó en el Yamao en tiempo de seca, para que llueva.
Cortada en menguante, la Yamagua le indica (va llevando al adivino) hasta el lugar en que se encontrará agua, apoyando en la tierra el palo, que enseguida humedece. “Llama agua donde hay agua y nadie lo sabe”. Esa es su gracia.
YAYA: Dueño Changó.
La Yaya es uno de loa palos fundamentales de la Nganga. Es un gran Mata Brujo y un gran Brujo, pues sirve como todos en una “nkunia anabutu”, con igual eficacia, los buenos o malos propósitos del “Taíta Kindamba”. Vigoriza, limpia y quita “ñeke”. Sus hojas depuran la sangre mas viciada, y su “Nkanda” (corteza) cura las escamillas y llagas de los pies y piernas que hayan pisado brujería.
Es prenda fuerte de todos los paleros. No hay mayombero que no la tenga. “Yaya es hembra”. “Tumba y Levanta”. “Mata y todo lo cura”.
YAYA CIMARRONA: Dueño Todos los Orishas.
Es otro de los palos fuertes y básicos del que no puede prescindir el gangulero, no hay brujo que no lo busque. Para guerrear y vencer no tiene igual. Atrae al “fúmbi” que la “kinsénguere” (la tibia o canilla que empuña el mayombero para llamar el muerto), se forra con sus hojas.
YEDRA: Dueño Obatalá.
La Yedra se pega a lo que toca y difícilmente se desprende. Por eso, cuando se quiere estar pegado como la propia Yedra a la persona que uno quiere se hace lo siguiente: Yedra, Amor seco, Sacu Sacu.
YERBA BRUJA: Dueño Yemayá.
Para llamar el espíritu de una persona que se halla lejos; se va al campo y donde se encuentre la Yerba Bruja, con las ramas al poniente, se le dice: “Con el permiso de Dios y de los Santos, y con el que usted me da, yo la arranco”. Se arranca y se entierra con las ramas hacia abajo y la raíz hacia arriba, teniendo buen cuidado al enterrarla, que sea a una cuarta más allá del lugar donde se arrancó, y al naciente. Donde antes estaba se enciende una vela de cera. Se camina en dirección al poniente y de rodillas y de espaldas a la mata, se llama al espíritu del ausente. Inmediatamente se enciende otra vela y se tiene preparado un espejo nuevo donde nadie se haya mirado; con la mano izquierda se sostiene la vela, llevándola detrás de la cabeza de modo que la luz se refleja en el espejo y se verá aparecer en éste la imagen del individuo a quien se halla llamado.
Después de contemplarlo se le pide en el nombre de Dios y de todos los santos. Esta operación debe hacerse solamente a las doce del día o de la noche.
Con esta yerba se le hacen “amarres” a las mujeres que son infieles a sus maridos.
YERBA “DIEZ DEL DIA”: Dueño Oggún.
“¿ Edbaddo tani ewe lá ewení ?” (¿Cual fue la primera yerba que arrancaron los Edbaddo para hacer Santo?)La Diez del Día. Las florecitas moradas se abren a las diez del día.
Excelente para las fiebres palúdicas. Se mezcla la raíz y la flor con “lagrimonia” y se emplean en los casos de fiebre tifoidea y de todas las fiebres, no importa qué causa la motive.
YERBA DE GUINEA: Dueño Babalú Ayé.
Cuando rompe la primavera, se apila con Canutillo y se hace Omiero para lavar a Changó. En cocimiento se toma como agua común, después que brota la erupción de sarampión, las viruelas chinas. Con la savia se limpia la piel.
YERBA LECHOSA: Dueño Obatalá.
Se aplica a las heridas para desinfectarlas y se pone en cruz (pero esta virtud la tiene cualquier yerba que se coloque formando cruz sobre una herida) contiene la sangre.
YERBA MORA: Dueño Oggún, Yemayá.
Muy hechicera. La piedra imán se bautiza con Yerba Mora y agua bendita.
En cocimiento es buena para las anginas y otros males de la garganta. También para lavar las llagas y combatir la caspa del cuero cabelludo. Calma los nervios y cura las erupciones.
ZAPOTE: Dueño Los Ibeyi.
Para trabajos. Las hojas machacadas y mezcladas con cenizas, matan una brujería.
Si el período es demasiado abundante, recibir la sombra del árbol. En cocimiento, las hojas secas, se recomiendan para el insomnio. El polvo y la resina contienen las hemorragias.