De: Jose Barquin <owolowo@gmail.com>
Servirás a Ifá mientras la conciencia te acompañe. Adorarás a Olófi, y
honrarás a Óddu, la Madre Primordial. Inclinarás tu cabeza, solo ante
la presencia de Orísha, ante los Espíritus de Ifá, y ante los Mayores
que te condujeron ante la Puerta de tu Sacerdocio, y respondieron con
su honor por ti. Y para unos y otros pronunciarás bendición en cada
día de tu vida. Llevarás la palabra bendita de Órunmilá dondequiera
que te lleven tus pasos, y a toda persona que escuche tu voz.
Mantendrás lealtad a tu compromiso, recordando que eres sacerdote de
Ifá en todo momento, y en todo lugar. Estudiarás siempre, y meditarás
y escudriñarás en el contenido de la palabra sagrada de Ifá, hasta que
aprendas a reconocerla en cada detalle de la vida. No permitirás la
traición. No permitirás la profanación. No participarás en calumnias o
difamaciones. No permitirás el abuso del fuerte sobre el débil, y te
aliarás al débil para corregir al fuerte. No aprovecharás tu condición
de sacerdote, ni tus poderes, ni la información que llegue a tu
conocimiento, para recrearte con el cuerpo de quien solicita ayuda, ni
de terceras personas. Guardarás en secreto lo que se te confíe. Tus
labios se cerrarán para demostrar que Ifá salva al mundo, porque Ifá
es la confianza del mundo. Consagrarás tu sacerdocio al trabajo , así
como Óddu consagró sus esfuerzos a Órunmilá. Honrarás a Ifá, honrando
de palabra, en pensamiento y en acción, ifa con quien has comprometido
tu sacerdocio. Honrarás a tu padre y a tu madre naturales, y a tu
padre y a tu madre en el Culto, en la vida y en la muerte. Les
protegerás y les sostendrás cuando se haga necesario. Serás hermana de
tus hermanos y hermanas de Ifá, para que el mundo conozca por tus
actos, el significado de la Hermandad de Ifá. Venerarás al Espíritu de
las Madres Ancestrales de Ifá. Enseñarás a quienes nazcan de tus
consagraciones, de cualquier culto que profeses, el valor de la
familia religiosa, en la vida y en la muerte. Protegerás tu cuerpo, y
lo prepararás para servirte. Bendecirás y protegerás a la Naturaleza
que te rodea, y de la que te servirás Tu puerta, aún cerrada,
permanecerá siempre abierta, porque serás un servidor siempre
dispuesto, como los Apóstoles de Ifá en el Cielo eligieron servir a la
Humanidad en la Tierra, y como Óddu aceptó recibir el Ashé para
sostener al mundo. Recibirás a todos para ayudarles, y compartirás con
los demás según tu entendimiento, pero no permitirás el honor de
sentarse a la mesa de tu casa, al hombre que maltrata a su mujer y a
sus hijos. No convertirás en secreto lo que no debiera serlo.
Preservarás el secreto de lo que debe ser protegido. Instruirás a
quien lo necesite y quiera aprender de ti. Te convertirás en gran
conocedor de tu propio camino de vida, según la lectura de tus Óddun,
y te alinearás con este conocimiento para transitar hacia tu mejor
destino. Enseñarás a todos, y recordarás para ti mismo, que Itá es la
lectura del camino de la vida, tan sagrada como la vida que refleja y
como la persona que la vive, y no añadirás ni omitirás según tu propia
conveniencia, a lo que sea voluntad de Ifá transmitir a cada persona.
Llevarás la curación según tu sabiduría, a las mentes y a los cuerpos
de las personas, y a cada tiempo y a cada lugar, sin considerar otra
cosa que no sea la voluntad de Ifá. No será tu propósito ser bueno,
sino ser justo, y juzgarás con justicia y con sabiduría según tu
entendimiento, porque solo la justicia y la equidad proporcionan una
guía para equilibrar las evoluciones entre el bien y el mal.
Aplicarás acciones correctoras cuando se haga necesario, sin odios,
sin rencores, sin alegrarte, sin complacerte y sin involucrarte,
porque no eres parte de lo que sucede, y solo te debes a Ifá. No
pronunciarás el bendito nombre de Órunmilá en cualquier circunstancia.
Cuando te refieras a su persona con palabras de tu boca, le llamarás
por sus títulos y reservarás el poder de su glorioso nombre en tu
boca, solo para despertar su atención cuando se haga inevitable,
cuando demandes su intervención para protegerte, para salvarte o para
vengarte, y cuando nadie más pueda hacerle venir. Y recordarás que Ifá
te ha elegido para ser sus ojos, los oídos , la boca , y la confianza,
y para dar testimonio ante Ifá, por su salvación .igboru igboya
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