"Los Secretos, el Conocimiento en la Información en Osha-Ifá."
Extraido de la pagina Proyecto Orunmila

En OSHA-IFÁ convertir los más sencillos ritos y ceremonias en un asunto secreto se volvió en algo crucial a partir de su llegada a Cuba. Y esto fue así debido a la oposición natural que encontró en la clase dominante esclavista española, en la religión católica que no dudó nunca (ni ahora tampoco) en demonizarla; en los ricos criollos; en la burguesía emergente y en los ideólogos del norte siempre empeñados en crear una visión negativa sobre nuestra raíces religiosas y culturas afro descendientes.

Nuestros ancestros y mayores pronto se percataron que las explicaciones de los ritos y ceremonias y distintas prácticas podrían dar elementos que los oponentes utilizarían como "evidencias" de sus falsos planteamientos abusando del temor ingenuo de los públicos grandes a lo desconocido o a los que no estuviesen familiarizados. El uso de las diversas formas de energía y los elementos de la naturaleza para curar y proteger a aquellos que acudían al sacerdote, era visto como algo de las fuerzas oscuras. Fue necesario, entonces, ocultar la mayoría de las acciones en previsión de la probable tergiversación por parte de los enemigos o del mal uso y peor interpretación de las obras marcadas. Mucho quedó convertido en secreto que se trasmitía sólo a aquellos que hacían consagraciones e iniciaciones cada vez más complejas. El secreto fue y es un arma eficaz para la conservación de la tradición de Osha-Ifá.

Esta situación ha prevalecido hasta nuestros días. Sin embargo, ahora el contexto es distinto. Entre nuestros sacerdotes se encuentran hombres y mujeres cultos, ilustrados y con grandes conocimientos científicos, filosóficos e ideológicos. Son estudiosos que han comprendido la grandeza de Osha-Ifá como sistema religioso universal basado en el uso y el amor creativo hacia la Naturaleza expresada en toda la acción primaria y totalizadora de Olordumare como hacedor de todo cuanto existe en cualquier plano de la existencia y la Creación.

La realidad es que Osha-Ifá es la búsqueda del balance del hombre con la Naturaleza; consigo mismo; con la sociedad, con sus ancestros y con sus vidas anteriores. Con Osha-Ifá se recibe premio o castigo según la actuación en este plano tierra y sólo con el cumplimiento de la tradición, seguir a nuestros mayores y hacer los sacrificios marcados, alejamos las malas influencias y nuestro cruce por esta vida se hace llevadero. Este es el principal secreto de nuestro triunfo: ser respetuosos de las tradiciones y de nuestros Mayores.

Lamentablemente, con la apertura y difusión de Osha-Ifá, han entrado en nuestro grupo personas inescrupulosas que hacen de ésta un modo de vida, extorsionando a inocentes que se acercan con la esperanza de hallar un alivio o solución a sus problemas. Así, algunos son engañados por estos individuos que, por obtener algunas sumas de dinero, juegan con las vidas de los inocentes que buscan amparo.

Desde este punto de vista, son sólo comparables con los odiosos traficantes de drogas que por dinero matan lentamente a miles de personas por todo el mundo.

Nosotros somos del criterio que, si para salvarse y subsistir, Osha-Ifá ocultó sus procedimientos y trabajos, ha llegado el momento en que las obras más esenciales sean conocidas por todos para que los mercaderes que nos han permeado no puedan embaucar a más inocentes. ¿Cuántas gentes no hay por ahí a quienes se les han hecho verdaderas barrabasadas y, como no saben, se dejan estropear su astral y su destino a manos de criminales de conciencia? Las personas deben saber lo básico del proceso de Iniciación y su importancia. Nosotros lo explicamos en el documento Reglas para el Santero.

Lo peor es que esas malas prácticas pudieran instalarse como si fuera lo correcto. Muchas veces, cuando al que le hicieron una barbaridad aprende y se da cuenta, odia a su padrino o madrina pues comprende que lo timaron y comienza un conflicto insalvable porque la mayoría de las personas no perdona la traición ni el engaño; mucho menos la estafa. Por ello, la relación sacerdote–ahijado pudiera sufrir daños incalculables que, desafortunadamente, sigue afectando al ahijado que se queda sin un padrino o madrina que lo inició en nuestra religión de forma incorrecta.

Por otro lado, estamos perfectamente de acuerdo en que hay que preservar un grupo importante de secretos propios de los sacerdotes según sus niveles de consagraciones e iniciación. Pero hay que proteger al público inocente que se nos acerca en busca de consuelo a sus tribulaciones y pesares. Ellos son nuestros continuadores. Estas personas que llegan a nosotros, deben saber el ABC de nuestra religión antes del establecimiento de relaciones compromisorias para que no sean estafados y para que después no tengan motivos justificados para poner en descrédito al resto de los sacerdotes honestos que son muchos.

"No se puede dejar la sabiduría como herencia; hay que repartirla en vida". Los sacerdotes más conocedores debieran compartir el enorme caudal de conocimientos que poseen con otros para que así se preserve la riqueza inmaterial de Osha-Ifá pasando, en vida, de uno a otro. De este modo evitamos que los farsantes que nos han invadido por errores de nosotros mismos, puedan florecer.

Osha-Ifá es un acto de supremo amor, hermandad y ayuda mutua y es deber de todos cooperar en el mantenimiento de su pureza. Sabemos que hay irresponsables que les hacen el juego a los denostadores e introducen obras, pasajes y ritos totalmente ajenos a nuestras raíces. Eso sólo sucede por el desconocimiento que hay y los farsantes e inventores tienen campo donde aparentar que saben cuando en realidad están inventando o trayendo a Osha-Ifá cosas que nada tienen que ver con nosotros. Si la gran mayoría supiera lo suficiente, esos falsos no tuviesen espacio. De ahí que se hace imprescindible divulgar los aspectos más comunes que puedan ser de conocimiento público para que menos personas sean embaucadas.

Osha-Ifá, en los siglos de su existencia, ha sabido adaptarse a las siempre nuevas realidades en cualquier latitud o época y va incorporando la experiencia humana en su larga trayectoria; pero su esencia sigue siendo la misma. Como religión, hemos cruzado mares, continentes, fronteras y épocas y hemos prevalecido.

Osha-Ifá no está ajena a las distintas herencias culturales y a la experiencia del hombre como ser socio-cultural ante el enorme caudal de conocimientos y sabidurías que se ha encontrado en México, Puerto Rico, Estados Unidos, Venezuela, Colombia, Panamá y otros países. ¿Quién podría negar o estar de espaldas a la experiencia humana? Osha-Ifá con su carácter dinámico y aglutinador asimila todo ese caudal, incorporándolo a su Oráculo Adivinatorio a través de sus Oddun y se engrandece por la pureza y el amor que en ello encuentra.

Así mismo pasa con las culturas europeas, asiáticas y medio-orientales donde también hay una riqueza socio-cultural y religiosa que expresa el gran manantial de conocimientos que el ser humano ha acumulado desde tiempos remotos y Osha-Ifá les da la bienvenida por su grandeza y sabiduría. De cada pueblo y cultura asimila lo mejor y más tradicional y auténtico, sumándolo a los diferentes odun del sistema adivinatorio y al cuerpo literario de Osha-Ifá.

Ya se cuentan por miles los Babaloshas, las Iyaloshas y los Babalawo iniciados en Cuba que son de otras latitudes y arraigos culturales. Ellos y ellas le darán y ya le están dando un dinamismo de adaptación a Osha-Ifá que no tiene comparación en su historia.

Es más que evidente que todas las personas que se sientan identificados con Osha-Ifá como religión y que pretendan iniciarse y posteriormente consagrarse, están en el deber de estudiar y conocer los principios generales del desarrollo y características del sistema religioso. Del mismo modo, están en el deber de conocer Las Reglas de Osha-Ifá para Iyawó (también descritas aquí como Reglas para el Santero). Finalmente, es imprescindible saber elegir bien a quien lo va introducir en la religión evaluando sus principios religiosos, éticos y morales
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Ernesto Valdés Jane Adé Yerí
En colaboración con Julio Valdés Jane