Cuando una persona va a casa de un santero o de un Babalawo con el objetivo de ser iniciado, él está poniendo muchas de sus esperanzas, muchos de sus deseos y sueños en manos de ese sacerdote.
Cuando un sacerdote recibe en su casa a alguien que pretende ser iniciado y decide aceptarlo, ese sacerdote tiene ante sí a un sujeto con el que queda obligado a darle lo más sagrado de su vida, que son sus fundamentos religiosos; a dejarlo entrar en su comunidad y a dejarlo saber los secretos de Osha-Ifá.
En Osha-Ifá se cree que se obtiene la bendición y el ashé, pronunciando y haciendo alabanzas con los nombres de las personas vivas y de los difuntos que han tenido vínculos religiosos en la Iniciación de Osha y en la de Ifá y en las ceremonias para recibir algún Orisha o Poder de éste. Entonces la persona que va a ver al sacerdote con el propósito de ser iniciado, deberá saber las generalidades de dicha persona.
Debe conocer el nombre y los apellidos de ese sacerdote; su nombre de santo, el camino del Ángel de su Guarda, el odun de Awofaka o ikofafun o el Odun de Atefá si es un Awo ni Orunmila, y su nombre de Ifá. Como mínimo, es fundamental saber todos estos datos del padrino y de la Oyugbona de esa persona a la cual se le está pidiendo Osha o Ifá. Por supuesto, como futuro ahijado, la persona necesita saber por la línea del padrino, toda la mayor cantidad de datos de aquellos que iniciaron y pusieron Ashé al padrino que ha elegido; estén vivos o sean difuntos.
A su vez, el padrino o sacerdote al cual le están pidiendo iniciación o asistencia religiosa está en la obligación de saber a quien va a introducir en su familia religiosa. Un buen padrino tiene que saber si esa persona es un buen hijo, si es un buen padre, si es un buen esposo, si es un buen compadre, si es buen amigo y compañero de trabajo.
Un buen padrino tiene que saber a quién está introduciendo en su familia religiosa porque un padrino no puede facilitarle Osha-Ifá a un individuo propenso a cometer ni un solo delito y si lo ha cometido, el padrino tiene que estar convencido que el solicitante está arrepentido de la falta.Por esa razón, es imprescindible obtener todos estos datos antes de establecer una relación compromisoria o en el proceso de establecimiento de las mismas y, cuando el padrino o el que pretende iniciarse conoce bien a la otra persona, tiene la posibilidad de continuar profundizando las relaciones entre ellos o interrumpirlas si es lo conveniente.
Lo cierto es que tanto padrino como ahijado tienen el derecho de elegirse o de rechazarse y esto debe ocurrir antes de las ceremonias compromisorias.
Por otra parte, el que pretende iniciarse necesita de todos los datos de su padrino para construir su Moyugba y al padrino le hacen falta todos los datos del ahijado para echarle su bendición...
Consejo Editorial