EL CAMINO DE OSUN Y OLOFIN.
Osun vivía junto con Olofin y éste le dio la virtud de guardar la salud de todos los hijos de él en la tierra. Osun se puso en camino a casa de Orunmila; viviendo allí como un guardián de Orunmila y sus hijos.
Orunmila era cazador y todos los días por la mañana, cuando salía de caza, se arrodillaba delante de Osun y le rogaba y le rezaba:
Osun Layere Nifa, Osin Tiki Tiki Kasoro Shangó Awó Omó Osa Meta Ire Aikú.

Entonces cogía una eyelé y se la daba a comer a Osun, y él se la llevaba asada para el monte y la dejaba al pie de iguí moruro y cogía elese ewé para ebbomisi.
En una de esas veces que él se iba de cacería, sus tres hijos aprovecharon la ida de Orunmila y fueron a curiosear qué cosa Osun tenía en su secreto. Al abrir el secreto, Osun los mató a los tres.
Cuando Orunmila se dio cuenta de lo sucedido, se arrodilló y comenzó a implorar a Osun para que salvara a sus tres hijos. Entonces cogió una eyelé, una adié y opolopó otí y se la dio a Osun cantando:
Baba Ilashé Babalashé Iba Osun
Agaga Lawo Osun Layenifa.

Entonces Osun le devuelve la vida a los hijos de Orunmila, pero con la condición de que para abrirlo había que darle una eyelé.