De: Orishas_Art
Otro mito nos relata que:
..Changó no estaba satisfecho con su poder. Él quería que la gente le
temiera aún más. Mandó a buscar a los grandes hechiceros de Oyo y les
dijo: `' `Prepárenme unos polvos bien poderosos, más poderosos que los
truenos ". Los hechiceros se marcharon y regresaron con diferentes
tipos de polvos pero ninguno de ellos fue lo suficientemente poderoso.
"¿Es esto cuanto pueden hacer?", preguntó Changó, al tiempo que los
despedía. Entonces mandó a buscar a oricha Echu y le dijo: "Estos
hechiceros son unos inútiles. Su preparado es débil. Usted es un dios
poderoso. Yo quiero que usted me prepare unos polvos bien fuertes que
hagan a la gente temblar de miedo". "pero ya ellos tiemblan de miedo
cuando usted arroja los truenos", dijo Echu. "Ah, pero se han
acostumbrado a ellos, incluso duermen mientras se escucha el ruido. Yo
quiero algo que llene sus corazones de terror, algo que ellos puedan
ver, algo espectacular. Yo sé que usted puede hacerlo".
Echu pensó por un momento y dijo: " Está bien, te prepararé esos
polvos que te convertirán en la persona más temible de todo el mundo.
Envía a tu esposa Oyá con un chivo. Yo tengo que hacer un sacrificio".
Changó envió a Oyá con el chivo. Echu recibió el chivo y le dijo:
"Regresa después de siete días".
Oyá regresó donde Changó y le dijo lo que Echu había dicho. El octavo
día ella volvió a donde estaba Echu. Este le dijo: "Tengo los polvos
listos; aquí están", llévaselos a tu marido". Oyá le dio las gracias y
tomó el paquete, en su viaje de regreso a casa le asaltó la
curiosidad: ¿Qué podía haber ahí dentro?, se preguntó, mientras le
daba vueltas para arriba y para abajo al paquete. Pasado un rato se
dijo: "Lo voy a abrir un poquito nada más para echarle una ojeada ".
Lo abrió y vio que este contenía polvo rojo.
¿Qué tipo de polvo es este?, ¿a qué sabrá?, se preguntó. Cogió una
untadita con los dedos índice y pulgar y lo probó, no tenía sabor. "Me
pregunto para qué Changó querrá este polvo sin sabor", dijo
encogiéndose de hombros, a la vez que envolvió el resto del polvo.
Cuando llegó a su casa le entregó a Changó el paquete. Changó lo abrió
y le preguntó: "¿Te dijo qué debía hacer yo con este polvo?" Cuando
Oyá abrió la boca para responder, le brotó de la boca como una de
lengua de fuego.
"Entonces eso quiere decir que has probado mis polvos" dijo Changó muy
bravo. `'Tú no tenías derecho a probarlos ". Levantó su mano para
pegarle, pero Oyá huyó de la casa. Changó corrió tras ella. Oyá miró a
su alrededor y vio algunas ovejas pastando en un campo. " Me esconderé
entre ella s " , se dijo. Fue y se escondió entre las ovejas. Changó
no la podía ver, pero sabía que ella estaba en algún lugar cercano,
entre las ovejas. Arrojó truenos hacia allí con la esperanza de que
Oyá fuera alcanzada por uno de ellos; pensando que ya debería estar
muerta regresó a casa.
Pero Oyá no estaba muerta, ella se había escondido debajo de una de
las ovejas y aunque la oveja murió, su cuerpo la protegió. Oyá tenía
miedo a regresar, entonces se dirigió al pueblo de Ovo y les pidió que
suplicaran por ella. La gente fue a donde estaba Changó y le pidieron
que perdonara a Oya. Changó estuvo de acuerdo en perdonarla y ella
regresó a casa.
Esa noche Changó tomó el paquete de polvos preparados y escaló la cima
de una meseta que no estaba lejos de la ciudad. Desde allí él podía
ver su propia casa y las de sus esposas y sirvientes, todas
congregadas en el área de su palacio. Colocó una dosis de polvo rojo
en su lengua y respiró hacia afuera. Inmediatamente una gran llamarada
brotó de su boca y cayó sobre la ciudad, incendiando el palacio de
Changó, así como las casas aledañas. Inmensas llamaradas se
dispersaron hacia el cielo que se puso rojo. La gente corrió en
desbandada tratando de alejarse lo más posible de la ciudad en llamas.
El incendio se acentuó hasta que toda la ciudad se quemó, dejando solo
cenizas. La ciudad fue reconstruida después y actualmente la gente
habla del Oyo viejo y del Oyo nuevo.
Otro de los mitos relata que un día Changó se convirtió en niño y fue
a enfrentarse al rey diciéndole que abandonara el trono, que él, era
el verdadero rey. El rey llamó a todo el pueblo y preguntó quién era
el padre de aquel niño, que quería perturbarlo en su trono, nadie lo
conocía. El rey ordenó a sus sirvientes que mataran al niño y lo
lanzaran al río, estos se lo llevaron; pero cuando regresaron del río,
el niño ya había reaparecido ante el trono. El rey estaba asombrado,
dijo: "¿cómo es posible esto? Estos hombres lo mataron y ahora ha
regresado. Quizás si hago que lo maten no regresará ".
Pero cuando el niño lo oyó comenzó a saltar, a jugar y a hacer
milagros; las mujeres lo persiguieron. Vio un gran orificio y saltó
por este, saltó a un árbol alto, volvió a bajar, corrió al bosque y
encontró un poderoso árbol, saltó y apareció colgado del árbol con una
cuerda; estaba muerto. Las mujeres regresaron y dijeron: "El niño se
ha ahorcado".
El rey ordenó que se hiciera un gran sacrificio. Compró una vaca, un
cordero, un gallo, una gallina, aceite, babosas, mantequilla, una
tortuga, un ganso salvaje, una gallina de guinea y una paloma. Ordenó
a sus sirvientes que abrieran un hueco bajo el árbol donde el niño se
había colgado. Les pidió que echaran todos los sacrificios en el hueco
y que cortaran la cuerda. Entonces el cuerpo cayó del árbol, el niño
recobró la vida y todos estaban asombrados. El niño dijo: "Yo no me
ahorqué". Fueron a ver al rey, este se sorprendió y fue a la selva a
ver si era cierto. Cuando regresó al palacio el niño estaba sentado
en su trono. El rey ordenó entregarlo, pero el niño se negó, diciendo
que su nombre era Oba Koso y que ahora se había convertido en el
sagrado vehículo del rey.
De esta forma Oba Koso se apoderó del trono.'
Eses Ifá representativos
A través del siguiente ese Ifá del odu Ogbe Obara, veremos a Changó
como una deidad justiciera.
Ogbe Obara adivinó y preparó Ifá para Changó cuando este era muy pobre
en el Cielo. El mismo Ogbe Obara también era muy pobre. Cuando la
ceremonia terminó, lo invitó a su casa, pero sabiendo que no estaba
presentable, Changó no aceptó y Ogbe Obara fue solo a su casa.
Changó vio desde el Cielo que el mundo de los humanos estaba sucio y
malvado por lo que juró eliminar a todos los malhechores de la faz de
la Tierra.
Cuando Changó se preparaba para librar la batalla, un tornado removió
los techos de muchas casas en la Tierra. Al soplar el primer viento,
Ogbe Obara andaba en viaje de adivinación y era su esposa quien estaba
en la casa.
Mientras caían los árboles y las edificaciones, Changó vio como caía
el techo de la casa de Ogbe Obara sin saber que esa era su casa, pero
oyó una voz que cantaba:
Arira, arira mo juare,
Ule lfá dowo re-o
arima mo-ju-are.
La canción le indicó a Changó que esa era la casa de su benefactor.
Cuando oyó la canción, dejó la casa y se fue al Cielo.'
Por otro lado el odu Okonrón Meyi nos revela cómo Changó fue escogido
por el resto de las divinidades para averiguar lo que sucedía en la
Tierra. La última obra de importancia asociada a Okonrón Meyi antes
de salir para la Tierra fue realizada en su nombre por uno de sus
seguidores llamado Efun fun Zele (el viento fuerte).
En esa época todos los árboles se estaban preparando para venir al
mundo. Antes de partir ellos fueron donde Okonrón Meyi para saber cómo
lograr una misión exitosa en el mundo. Puesto que Okonrón Meyi estaba
preparándose también para venir al mundo, él se encontraba ocupado en
sus propios preparativos.
Entonces le pidió a uno de sus subordinados, llamado Efun fun Zele,
que adivinara para los árboles. Se realizó la adivinación y Efun fun
Zele les aconsejó que hicieran sacrificio a Echu con un macho cabrío,
que sirvieran sus cabezas con gallo, palomas y nueces de kolá y que
sirvieran a Oggún con un gallo, una tortuga, un barrilito de vino y
ñame asado y que sirvieran a Changó con un gallo, kolá amarga y vino.
Todos los árboles rehusaron hacer el sacrificio con excepción de la
Palma Real. Después de esto todos ellos se separaron y salieron para
el mundo. Muchos años más tarde, después que habían prosperado y
embellecido en la Tierra, llegaron noticias al Cielo de que había
mucha maldad en nuestro mundo. Las divinidades le encargaron a Changó
que fuera al mundo a averiguar lo que estaba sucediendo. A Efun fun
Zele, quien hizo la adivinación para los árboles, se le dijo que
acompañara a Changó en su misión a la Tierra.
Al llegar al mundo, los comisionados celestiales descubrieron que
muchos árboles habían sido contaminados, así que el trueno y el viento
destruyeron todos los árboles, pero al llegar a la morada de la Palma
Real, esta empezó a cantar en alabanza a quien hizo adivinación para
ella en el Cielo, recordando el sacrificio que le había hecho y
agradeciéndole por su éxito en la Tierra. Por lo tanto, la Palma Real
fue el único árbol cuya vida se perdonó y esa es la razón por la cual
hasta el día de hoy, la Palma Real está segura contra cualquier ataque
de los truenos o vientos fuertes.'
A continuación veremos un ese Ifá del odu Idí Ogbe donde se aclara que
la verdadera esposa de Changó es Baatá y no Oyá, Ochún y Oba como se
dice generalmente. Idí Ogbe realizó adivinación para Baatá cuando
ella estaba ansiosa por tener un esposo y también para Changó cuando
él estaba ansioso por tener una esposa. El les aconsejó a ambos por
separado, realizar un sacrificio y ellos lo hicieron. Después de
preparado el sacrificio para Baatá, Idí Ogbe le dijo que lo llevara
para el río cercano al mercado, mientras que a Changó le dijo que
llevara su sacrificio a la rivera del río.
Como ellos dos estaban rezando con sus ofrendas en sacrificio, se
vieron y oyeron por casualidad. Después de depositar su sacrificio
Changó llamó a Baatá para que se uniera a él y ella lo hizo. Se
preguntaron uno al otro el por qué del sacrificio y ambos afirmaron
que estaban buscando pareja para matrimonio. Changó había sacrificado
una cabra en tanto Baatá sacrificó un chivo. Después de discutir sus
mutuos deseos, ellos se enamoraron y se abrazaron. Allí mismo
acordaron contraer matrimonio y vivieron desde entonces felices. Esa
es la razón por la cual Changó y Baatá viven como esposos hasta hoy.
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En un pasaje de un ese Ifá del odu Ogbe Irosun se aprecia el carácter
agresivo de Changó. Veamos:
Ogbe Irosun estaba casado con una mujer que se llamaba Moriyeke pero
ella se conducía muy mal y él era infeliz por su causa. Un día,
después de una pelea, la esposa recogió sus cosas y lo abandonó.
Pasado el tiempo se casó con un hechicero llamado Ojigbona.
.. Un día Changó se presentó ante Ogbe Irosun y desafiándolo le
preguntó si no se vengaría de su mujer que se había ido con otro
hombre, que si no se avergonzaba.
Él a su vez preguntó a Changó por qué debía avergonzarle el que su
mujer lo abandonara y que no estaba molesto, que solo lo estaría si
las divinidades (incluyendo a Changó), se molestaban con la acción de
su esposa.
Con ese reto, Changó partió para donde vivía Moriyeke, le metió un
tambor en el pecho y comenzó a tocarlo. Ella se quejó de dolor en el
pecho y cuando estaba a punto de morir fue llevada ante Ogbe Irosun
que pidió un gallo en sacrificio, con el cual compensó a Changó por
sus esfuerzos, pero él no quiso volver a aceptarla como esposa.. 11
El odu ldí Meyi fue quien enseñó a la humanidad cómo honrar a Changó;
de hecho se cree que fue el primer odu que introdujo el servicio a esa
deidad en la Tierra.
Cuando Idí Meyi decidió venir a la Tierra, concluyó que no veía la
necesidad de consultarse o sacrificar, porque era tan engreído que se
consideraba superior a los demás y a pesar de los consejos dados por
sus seguidores vino al mundo solamente con sus dos instrumentos de
poder y autoridad dentro de la cabeza: la piedra de rayo y el horno de
fundición. Esos instrumentos eran utilizados por la deidad del trueno
y los rayos (Changó) y la deidad de los metales (Oggún).
En la Tierra, Idí Meyi, tuvo un padre que fue sacerdote de Oggún y una
madre que fue sacerdotiza de Changó. Salió del seno materno con la
piedra de rayo y el horno de fundición que no podía utilizar hasta que
fuera mayor.
Durante su infancia y adolescencia fue creciendo tan agresivamente
feroz, que le apodaron " el hombre invencible ".
De vez en cuando, iba al lugar secreto donde tenía guardadas las armas
que había traído del Cielo.
Un día vio que su padre se preparaba para sacrificar su cabeza con un
perro. El llevó a su padre al lugar donde tenía el horno de fundición
y allí sacrificó al perro. Cuando el pueblo lo vio recreminó su
acción, pero Idí Meyi les dijo que fueran al lugar donde se había
sacrificado al animal y que comprobaran si lo que había allí era un
perro y no un chivo. El perro se había trasfigurado en chivo.
En una segunda ocasión su madre se estaba preparando para servir su
cabeza con una oveja y él la llevó al lugar donde tenía su piedra de
rayo para sacrificarla allí. Nuevamente fue criticado por los más
viejos del lugar a quienes les dijo que fueran a ver si lo que había
allí no era aceite de palma y un gallo. Las personas que fueron a
comprobar sus palabras recogieron el aceite y el gallo y se los
llevaron a la madre para que realizara la ofrenda indicándole que
debía beberse el aceite.
Fue entonces que Idí Meyi confesó a sus padres que había venido del
Cielo para recordarles sus deidades patronas, a quienes ellos habían
ignorado por largo tiempo. Dio el horno de fundición a su padre para
que fabricase objetos de hierro y la piedra de rayo a su madre para
que lo utilizara como atributo de Changó y fuera su sacerdotiza.
Enseñó a sus padres cómo debían servir cada uno a Changó y a Oggún y
este redescubrimiento de los caminos de sus destinos, los
transformaron en una pareja famosa y próspera. 12
El odu Ogbe Eturukpón nos revela acerca del primer santuario de Changó
en la Tierra.
A Ogbe Eturukpón se le aconsejó realizar un sacrificio con calabazas
antes de abandonar el Cielo. El lo hizo y esto le valió posteriormente
para salvar a la familia en la cual nació cuando vino a la Tierra.
Esta familia había heredado una deuda con Changó sin saberlo, al
comprar una casa cuyo dueño anterior había ofendido a dicha deidad.
Cuando Ogbe Eturukpón sembró las semillas de calabaza alrededor de su
casa y las roció con aceite de palma, estas germinaron y constituyeron
una sombra de follaje sobre la vivienda, impidiendo al año siguiente
que Changó lanzara su ataque habitual.
Changó se transfiguró en hombre y fue a la casa sembrada de calabazas
a indagar sobre la persona que lo había ofendido y al ver que ya no
vivía allí, insistió en que le dieran su señas, pero los nuevos
dueños, que no sabían el paradero de aquel hombre, solo pudieron
indicarle que ellos lo veían en el mercado y hasta allá fue Changó y
frente a su víctima le apuntó e hirió con su hacha (trueno) en el
pecho y el hombre murió inmediatamente.
Al día siguiente fue a casa de Ogbe Eturukpón y agradeció a sus padres
por guiarlo hasta su ofensor juró que jamás pelearía en una casa donde
él viera calabazas. También aconsejó al dueño de la casa, que siempre
que oyera su grito de guerra en alguna parte, derramara inmediatamente
aceite de palma en el suelo para que así él pudiera saber que la casa
pertenecía a un amigo. Antes de partir. Changó le prometió al hombre
que pediría a Oloddumare, le concediera un favor especial.
No mucho tiempo después, la esposa de dicho hombre, el padre de Ogbe
Eturukpón, quedó embarazada v dio a la luz un niño que nació en una
bolsa. Mientras se preguntaban qué harían con él. Changó volvió
trasfigurado en hombre otra vez v les aconsejó que buscaran aceite de
palma, un gallo y un cuchillo. Cuando ellos trajeron todo. Changó
cortó la bolsa con el cuchillo y- el niño salió con la belemnita o
piedra de rayo en su mano derecha y un hacha en la izquierda. Entonces
les pidió derramar el aceite de palma sobre el niño para bañarlo y les
dijo que guardaran los instrumentos que el niño traía del Cielo y que
pasados siete días vendría un personaje a ponerle nombre al niño, para
lo que debían tener preparado el gallo.
Al séptimo día regresó Changó como un mortal y les preguntó por el
gallo, ellos lo trajeron y él lo mató con el hacha sobre la piedra de
rayo. Les recordó que el niño era el favor que él había prometido
rogarle a Oloddumare y debía llamarse Oke, quien sería discípulo de
Changó en la Tierra. Antes de partir le aconsejó al padre buscar un
camero padre y un mortero para un sacrificio que él haría pasados tres
meses. Al término de ese tiempo Changó ofreció el carnero con el hacha
y la piedra de rayo que estaban sobre el mortero. Ese fue el primer
santuario de Changó en la Tierra y el niño cuando creció, fue su
primer sacerdote, lo que explica por qué Oke es el discípulo mayor de
Changó.13
Según un ese Ifá del odu Idí Okonrón, Changó es el vocero que convoca
al Consejo Divino. Veamos:
Oloddumare envió a Orichanlá al mundo para actuar como su
representante personal. Tan pronto como Orichanlá llegó, él le
solicitó a Changó convocar una reunión con las divinidades.
A la mañana siguiente, Changó se vistió y después de ser iluminado por
el resplandor habló a través del trueno. Mientras él estaba rugiendo,
todos los hombres y animales se mantuvieron en absoluto silencio.
Nadie tenía el coraje de hacer algún ruido y mucho menos replicar. Sus
palabras conjuraron a la nube y a la lluvia para que aparecieran en el
Cielo.
La lluvia comenzó a caer cuando las divinidades estaban dispuestas
para la reunión y esta se realizó de manera tan exitosa, que Changó
quedó nombrado por aclamación general como el vocero que convoca al
Consejo Divino.
Cuando Changó convoca una reunión de las divinidades y la lluvia
comienza a caer, es de esperar que nadie, especialmente las personas
de dudosa disposición, salgan afuera; quien lo hace, es a riesgo de su
propia vida.14 Planta del oricha
Nombre vulgar: Palma. Nombre yorubá: Mariwo. Nombre científico:
Roystonea regia. Hábitad: África, Cuba y países tropicales. Origen:
África. Aplicaciones: De su tronco se hacen tablas y preciosos
botones, las pencas sirven para techar las casas y dar sombra en las
vegas de tabaco, con las espatas se hacen catauros y con las yaguas se
hacen los tercios para envasar el tabaco en rama. Los frutos
(palmiche) son excelente alimento para cebar los cerdos. El aceite de
palmiche se utiliza en la fabricación del jabón. Dentro del culto de
los orichas, la Palma Real es venerada y se le atribuye a Changó, sus
ofrendas son depositadas allí. Esta planta es respetada por rayos y
tempestades. Su bayoneta, llamada pirigallo, es utilizada en las
consagraciones del ifismo y sin ella sería imposible realizar una
iniciación a un nuevo sacerdote de Ifá. Es alrededor de esta planta
que aparecen las piedras de rayo (belemnitas u oduara), que la tiñoza
usa para romper los huevos de otros animales en busca de alimento.
Tabúes
La calabaza, el aceite de sémola de maíz y la nuez de kolá (con
excepción de la kolá amarga) y la manipulación de sus atributos cuando
la mujer atraviesa el periodo menstrual.
Ofrendas
El carnero como alimento fundamental, además se le ofrendan chivos,
novillos, jicoteas, codornices, toros, pavos, guineas, ovejas,
corderos, pollos, gallos, sinsontes, caballos, leones, tigres, pargos,
cangrejos, guanajos, perros, en ocasiones especiales come pato junto
con Yemayá, vino seco, nueces de kolá amarga, plátanos fruta, indios y
manzanos, vino tinto, manteca de corojo, semillas de ñame y ñame asado
o machacado, higos secos y frescos, harina de maíz, quimbombó, miel de
abejas, pitahaya, caña de azúcar y coco rayado, tabaco, sopa de
hongos. Estos sacrificios se ejecutan de acuerdo a lo que prescriba el
odu de Ifá en la adivinación, atendiendo a dos aspectos fundamentales:
el tipo de problema a resolver y lo que vaticina el odu de Ifá.
FIN