CARACTERÍSTICAS DEL BATUQUE COMUNES A TODAS LAS NACIONES O LADOS
-El iniciado sólo puede recibir a un orisha, el dueño de su cabeza. Según su perspectiva religiosa ignora que, como y cuando lo recibe, siendo "ocupado" por él.

-Los cánticos rituales (àshé de rezo) son en yorubá más o menos correcto.

-Las iniciaciones, genéricamente llamadas "obligaciones" (en el sentido de contrato de intercambio) incluyen necesariamente la faena ritual de animales de corral, todos comestibles.

-Todo adepto al Batuque por la iniciación contrae un vínculo de por vida con su orisha y su familia o cortejo de orisha.

-Cada casa de Batuque (ile àshé, templo) tiene total libertad de acción cuando su responsable es liberado, manteniendo con los demás relaciones de amistad o parentesco (si lo hubiera), 0 por 10 menos no beligerancia.

-No hay libros o manuales: hay que estar, ver, oir y callar.

-Promueve una o dos fiestas anuales de gran envergadura. Las casas más grandes o pudientes efectúan también ceremonias más modestas cada poco tiempo, llamadas "quincenas".

-Los orisha son fijados ritualmente, asentados ("sentados", también se oye decir) en piedras (okútà, acutás), en objetos de hierro (Dàn, la serpiente que simboliza a Ogùn), o estatuitas talladas en madera, comúnmente designadas como "vultos" (Ode, Otin, Ossayn).

-Los fieles danzan colectivamente en una rueda, descalzos y en sentido antihorario. Este detalle aleja al Batuque del Candomblé bahiano, donde se danza de chinelas. El único tipo de rueda de Batuque al que se entra necesariamente calzado es la "roda de egum" en honor a los difuntos, y este hecho ya marca las diferencias entre muertos y orisha.

-Los àshé cantados comienzan por el orisha Bara (en el Candomblé por el orisha Ogùn), y finalizan por el orisha Oshala. Los lados o naciones solo varían el orden sucesorio de los orisha entre ambos extremos

-Como predomina casi exclusivamente la cosmovisión yorubá propia del grupo, cada vez es más rara la identificación de los orisha con santos católicos, al menos en la articulación interna del culto, aunque se usa bastante la palabra "santo" como sinónimo de orishá.

-Los dueños de casa son llamados iyalorisha cuando mujeres, y babalorisha cuando son varones, o en portugués, mâe de santo y pai de santo respectivamente. Si son el iniciador o iniciadora de quien habla, se antecede la palabra pai o mâe al nombre de pila. Al referise aun sacerdote de otra casa, basta decir por ejemplo "Marcos de Oshala", o "Ieda de Ogùn", y no hay falta de respeto ni menoscabo.

-Los iniciadores y sus hijos espirituales, prontos y no prontos, vivos y muertos, conforman una relación de familia tan o más fuerte que la sanguínea. La autoridad del babalorisha o de la iyalorisha excede la vida religiosa, y aún, penetra a veces la vida privada de sus hijos de santo.
-Por medio de la adivinación con caracoles (buzios o cowries, cypraea moneta) se decide toda y cualquier cuestión a nivel religioso o personal de todos y cada uno de los miembros de la casa. Estos se arrojan sobre una mesa con mantel blanco, dentro de un círculo sagrado conformado por la guía imperial del dueño de casa, en un número determinado por el "lado" al que éste o ésta pertenece. Si el adivino proviene de la nación jeje, es común que utilice una "peneira" (cernidor) de paja de la Costa como espacio sagrado significante. Los buzios hablan, dan respuestas, dirigen el mundo religioso afrobrasileño. Hombresde negocios, conocidos del gran público, gente del espectáculo, obreros y amas de casa, encuentran en la consulta a los orisha la guía segura para actuar frente a acontecimientos de la más variada índole.
Bibliografía Libro: CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DEL BATUQUE - una religión natural: ni locos, ni rarosAutor: Bàbálórisà Milton Acosta ÒséfúnmiMontevideo, Uruguay, 1996©Copyright Milton Acosta