EL BUEN COMPORTAMIENTO

Cada cual debe vivir la palabra de Dios en sus actos, porque no hay enseñanza real si no hay un comportamiento que la sustente. De nada sirve hablar de Dios, decir y repetir palabras de Dios si no estén representadas en actos dignos de él. No importa cual sea la forma y/o religión que hayas elegido como camino para llegar a Dios. Recuerda que él no es un punto de llegada. 
Él es el principio y el fin, el alfa y omega, el todo de cada instante y la vivencia universal que nos unifica a todos en él. Solo hay Dios en la acción, en la obra que nace del espíritu, la que se edifica en el amor, la que se expresa de corazón con los más puros y profundos sentimientos, la que se dice con la voz del alma pura y sincera y la que se convierte en actos que sean la consecuencia de todo ese poder que viene de Dios en nosotros, desde siempre y para siempre, desde el amor hacia el amor. No trates de encontrar a Dios en las cosas, en los dichos, en los sacrificios, en las tradiciones porque no lo hallarás. Si en verdad quieres encontrarte con el y hacerte uno con él búscalo dentro de ti, en lo más profundo de ti, porque “De lo que habla la boca esta lleno el corazón”. Lo más importante, lo único importante es el buen comportamiento del espíritu, del alma, del corazón, de la mente, del cuerpo, del decir, del pensar y del hacer. Pórtate bien y encontrarás abundantemente a Dios en cada momento de tu existencia!
Recordando a mi hermano frank ifasegun